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La organización Greenpeace lamentó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) insista en culpar a ciudadanos y activistas de Cancún de impedir la reubicación de la fauna sobreviviente al desmonte de manglares ordenado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el 16 de enero pasado, cuando fue el Fondo el que “incumplió con esta obligación durante más de una década”.
La agrupación indicó que el Fonatur inició trabajos en el polígono afectando el ecosistema de manglar y dañando a la fauna silvestre, “sin un plan integral de reubicación de especies”, como le fue ordenado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El pronunciamiento responde al comunicado emitido por la Profepa ayer y hoy, en el que culpa a las y los ciudadanos de presuntamente haber impedido a técnicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) -que acudieron ayer a “Malecón Tajamar”- que evaluaran el estado de los animales, ubicarlos y rescatarlos.
Sin embargo, en realidad la gente presente hizo valer las suspensiones provisionales que impiden modificar el estado que guarda el polígono, como lo dictaron jueces federales.
Personal de la Profepa y los especialistas del IPN, presentaron a las y los ciudadanos, papeles sin sellos oficiales e incompletos, en los cuales no se expresaba una autorización para realizar el rescate de fauna. Con base en esos papeles aseguraron que contaban con la anuencia de los jueces Cuarto y Quinto de Distrito para reubicar a los animales.
Ante ello, la gente y el abogado, Carlos Gamboa, que lleva esos casos, les advirtieron que concretar la reubicación de fauna implicaría violar la instrucción de los jueces. En el caso particular del juez Quinto, éste negó haber aprobado el retiro de fauna, según la versión del litigante, quien pidió la documentación completa y sellada a los técnicos del IPN y a la Profepa, sin que estos la exhibieran.
“Lamentamos que Profepa pretenda culpar a los ciudadanos de impedir la reubicación de los animales, cuando fue el Fonatur quien incumplió con esta obligación durante más de una década e inició trabajos en el manglar sin un plan integral de reubicación de especies que le fue ordenado”, manifestaron Grrenpeace y el Movimiento Salvemos Manglar Tajamar, en un comunicado conjunto.
Si bien consideraron un “gran avance” que Profepa y Semarnat se rodeen de especialistas para la reubicación de la fauna, recordaron que “lamentablemente no realizaron esta acción antes de destruir el manglar, hábitat de cientos de especies”.
Entrevistados ayer, los técnicos del IPN y voluntarios llevados por la Profepa, respondieron que no poseían en ese momento un programa de rescate y reubicación de especies, pues tenían que hacer una evaluación de la situación, ya que el ambiente fue modificado y algunos animales pueden estar estresados o hambrientos.
“Las organizaciones coinciden en la necesidad del manejo y reubicación adecuados de la fauna que aún se encuentra en la zona para garantizar su supervivencia, estas acciones deben ser parte de un programa de rescate integral que las autoridades no han dado a conocer oficialmente”, señalaron las agrupaciones.
Greenpeace y Salvemos Manglar Tajamar subrayaron que el rescate de los animales no debe ser motivo para que las autoridades “deslegitimen el valor del manglar y pretendan continuar con las obras o inclusive que intenten tergiversar los hechos como si la ciudadanía fuera responsable de su actual situación”.
Recordaron que el ecosistema de “Malecón Tajamar” aún puede ser recuperado y volver a ser el hogar de las especies que lo habitaban antes del desmonte del 16 de enero, destrucción que provocó que la zona dejase de ser viable para animales y plantas.
ahd