La Asociación de Hoteles de Cancún confirmó la existencia de un proyecto valuado en 200 millones de dólares para la construcción de un muelle y una estación de transporte marítimo que comunicará a “Malecón Tajamar” con Punta Cancún, en el corazón de la zona turística de este centro vacacional.
El proyecto es impulsado por el empresario Germán Orozco, dueño de la naviera Ultramar, en sociedad con Barcos Caribe, que brindan el servicio marítimo para cruzar de Playa del Carmen a Cozumel y viceversa.
La presentación de este proyecto, que echará mano de barcos habilitados como una suerte de taxis acuáticos para transportar principalmente a turistas, empleados que trabajan en la zona hotelera y habitantes de los fraccionamientos y condominios ahí ubicados, fue presentado por el Consejo Coordinador Empresarial y del Caribe (CCEyC), hace 10 meses, indicó el presidente de la Asociación de Hoteles, Carlos Gosselin Maurel.
El empresario dijo que el organismo que dirige respalda dos proyectos que pretenden desahogar el tráfico en el bulevard Kukulkán, de la zona hotelera.
Uno de ellos, es el millonario Puente Nichupté, que pretende desarrollar el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, sobre ese cuerpo de agua, con autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que expidió el permiso en materia de impacto ambiental en noviembre del 2014.
El otro, “es el sistema de Transporte Lagunar, de Tajamar a Punta Cancún, que se presentó hace meses. Es una terminal con estacionamientos, centros comerciales, con barcos que transportarán a turistas, empleados de la zona hotelera y habitantes de condominios ahí, lo que dará mayor flujo de la ciudad a la zona turística”, detalló.
Valuado en 200 millones de dólares, el proyecto pretende reducir un 30 por ciento el tráfico por vía terrestre, al brindar el servicio de transporte marítimo con barcos que –según la versión de Gosselin Maurel, son de “bajísimo calado”.
El empresario Germán Orozco habría expuesto también este proyecto al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), en mayo del 2015.
Sobre el conflicto que envuelve al polígono de 78.4 hectáreas de “Malecón Tajamar”, Gosselin Maurel reprochó la actuación del Fonatur, en cuanto a las formas para haber devastado 20 hectáreas de manglares, selva y sabana, lo que provocó la mortandad de animales.
“La forma… terrible, totalmente mal. Entrar de madrugada, con la fuerza pública… ¿es correcto? Ni un niño puede creer que sea correcto”, dijo, al señalar que las dudas sobre la legalidad con que se autorizaron los permisos y la manera de proceder del propio Fonatur, pone en entredicho a las instituciones y afecta a la inversión, en un caso en el que los compradores resultarán los más afectados.
Las playas… sin un centavo para afrontar un huracán
El hotelero subrayó que existe una honda preocupación por la situación de las playas de Cancún, pues si hoy pegase un huracán que las afectara “no tendríamos ni un centavo para recuperar las playas”.
Gosselin indicó que el destino del dinero que quedaba en el Fideicomiso para la Restauración y Mantenimiento Ambiental de Playas de Cancún y otros destinos turísticos de Quintana Roo, es un misterio.
Los hoteleros, dijo, desconocen qué pasó con el capital restante, no se les ha informado qué pasará con la figura de Fideicomiso, ni tampoco el avance de las manifestaciones de impacto ambiental para cinco destinos turísticos en donde se pretenden recobrar arenales, estudios para los cuales el gobierno del estado supuestamente invirtió cinco millones de pesos, de acuerdo con lo declarado hace un año por la secretaria de Turismo, Laura Fernández.
También señaló que los créditos que solicitó el gobierno para financiar el anterior rescate de playas, que alcanzó los mil millones de pesos, debieron haberse pagado hace siete meses, por lo que el 25 por ciento adicional que se les cobra a los concesionarios de zona federal marítimo terrestre, debería estarse destinando para el mantenimiento de las playas.
“Ya no sabemos ni dónde está el fideicomiso”, manifestó el empresario, quien añadió que “el endeudamiento del estado y su falta de liquidez”, han retrasado la solución del problema.
En el caso del sargazo, tampoco ha existido –remarcó- rendición de cuentas en torno al destino de los 150 millones de pesos que el gobierno federal, anunció que destinaría al problema. “Nunca supimos si el dinero llegó o no, pero nosotros somos los que hemos estado resolviendo el problema”, expresó.
La situación de la disposición final de las algas que estuvieron acumulándose masivamente en las costas, hace un año, no se ha definido. Se tiene que determinar cuánto del volumen que recala y se recolecta antes de que pegue en la costa, se redirecciona hacia mar abierto y cuánto se quedará en tierra para reusarlo.
cfe