El presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, fracasó otra vez en su intento de consensuar con los regidores su propuesta de nombramientos, y ante la falta de acuerdos abandonó la sesión de Cabildo.

Hace ocho días los regidores acudieron a la primera asamblea pero ante los desacuerdos se declaró un receso. Esta tarde se reanudó la sesión pero otra vez el equipo del edil no alcanzó los votos necesarios y se generó una controversia.

En esa confusión el edil pidió declarar un receso de 15 minutos para retomar los trabajos luego de que sus colaboradores lo alertaron de una posible amenaza por parte del ex alcalde priista, Manuel Martínez Garrigós. Los regidores rechazaron su propuesta y entonces abandonó el salón de Cabildos, en cuyo interior continuaban los regidores con las luces apagadas.

Minutos después convocó a conferencia de prensa en una sala alterna donde se encontraban su escolta de militares, pero cuando los reporteros ingresaron los soldados se retiraron del lugar.

Luego declaró que un grupo de hombres armados se encontraban dentro del palacio municipal. “Estoy un poco nervioso por la situación que estoy viviendo, claro que tengo miedo, pero aquí estoy dando la cara por la gente que votó por mi”.

Cuauhtémoc dijo que hay intereses de por medio porque ya habían llegado a un acuerdo para votar sus nombramientos, pero en la sesión se retractaron. “No me dejan trabajar. tengo miedo de que lleguen al Ayuntamiento y me metan un golpe de Estado”, dijo en tono similar al momento en que el Mando Único tomó el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Cuernavaca.

Con respecto a las supuestas amenazas adelantó que analizará si acude a las instancias correspondientes para proceder legalmente en contra de Martínez Garrigós.

Por otra parte precisó que no esta en contra del Mando Único siempre y cuando se trabaje en coordinación con la Policía Municipal, pero el regidor y presidente del PSD, Eduardo Bordonave corrigió que el Mando Único se convirtió en un mando coordinado en la capital del estado.

¿Puedes gobernar?, le preguntaron.

“Esta muy cabrón pero como se los he dicho a los regidores hay que chambear. Los ciudadanos tienen una esperanza en mi porque están cansados de administraciones pasadas. Esta cabrón hijo, te llegan por todas partes, pero no me voy a bajar del barco, pase lo que pase”, contestó.

La fractura de las sesión ocurrió cuando la regidora del PSD, Amelia Fernández afin de Martínez Garrigós, se enfrascó en una discusión con el edil porque según Blanco Bravo la regidora había aceptado votar los nombramientos en una reunión previa. “Ahí están sus huellas, ahí esta su firma. Como se lo dije allá arriba: por las buenas soy buena persona pero por las malas me va a conocer”, le dijo el edil.

Fernández cuestionó si se trataba de una amenaza y pidió que se asentara en el acta de Cabildo la advertencia del exfutbolista.

Antes de abandonar la sesión Blanco sometió a consideración los nombres de aquellos que ocuparían las Secretarías General, de Desarrollo Sustentable, de Obras Públicas, el Tesorero y el Contralor municipal.

Pero un grupo de regidores que integran el llamado G9, surgidos del PRI, PRD, dos del PSD, del Partido Humanista, Movimiento Ciudadano y del Verde Ecologistas, opositores al edil, apoyaron una contrapropuesta que incluye a militantes perredistas y priístas para conformar el gabinete municipal.

Teresa Pardiña, del PRD, promotora de la contrapropuesta consideró a la priista Rocío Carrillo y la perredista Manuel Sánchez en los nombramientos, aunque la primera fue representante del PRI ante el Consejo Municipal Electoral y desde ahí impugnó por todos los medios el triunfo electoral de Cuauhtemoc Blanco. Pardiña justificó su propuesta al decir que Cuauhtémoc Blanco no aplicó la equidad de género en los nombramientos.

Los regidores del G9 solicitaron someter a votación su propuesta y también Cuauhtémoc Blanco pidió votar la suya, pero ante la faltas de consensos la sesión fue suspendida de nuevo.

cg

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses