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Recuerdan a Gisela y piden paz en Temixco

Juana Ocampo, activista reconocida en el PRD, asegura que acudirán hasta las instancias internacionales para exigir justicia

La marcha partió de la iglesia de Acatlipa hacia el Palacio Municipal, donde más de mil 500 personas pidieron justicia por el asesinato de Mota Ocampo (CIUDADANOS MX)
08/01/2016 |01:42Justino Miranda / Corresponsal |
Redacción El Universal
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Juana Ocampo se niega a borrar los sellos de violencia en su rostro. Esos moretones en su cara, asestados por los homicidas de su hija la mañana del sábado pasado, parecen imborrables a pesar, dice, de orar con frecuencia el Padre Nuestro: “Perdona nuestras ofensas, así como nosotros debemos perdonar a los que nos ofenden”.

Se dice fácil, afirma, pero en momentos de sufrimiento, muy difícil de entender y más difícil de aceptar. “Pero aquí estoy haciendo un esfuerzo y espero lograrlo”, afirma.

Ocampo, madre de la alcaldesa Gisela Raquel Mota Ocampo, asesinada en la sala de su casa frente a sus familiares, dice que la violencia no debe combatirse de la misma forma.

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Y en seguida pide al presidente Enrique Peña Nieto sensibilidad ante la situación del país. “Si el presidente de México se sintonizara al clamor nacional e internacional, ayudaría no solamente a resolver el crimen de mi hija, sino a todos los que de una u otra forma han sufrido la pérdida de un ser querido por la situación del país”.

Juana, su familia y un contingente superior a las mil 500 personas, marchan por la “paz y justicia en Temixco”. Lo hacen en silencio desde la iglesia de Acatlipa hacia la explanada de la presidencia municipal donde gobernaría su hija de enero de 2016 a diciembre de 2018.

A su lado va un párroco y asistentes que llevan cirios para “iluminar” el camino de Gisela Mota.

La marcha se convierte en una procesión, y más adelante Juanita legítima su adhesión con la religión católica y menciona su origen de activismo social al lado del desaparecido obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez, impulsor y activo ideólogo de la Teología de la Liberación y del llamado progresismo católico.

En su lectura aboga por las víctimas del país, pero también por quienes toman las decisiones para que convoquen a un encuentro nacional. “Que todas las fuerzas políticas, económicas, organizaciones no gubernamentales y autoridades, diseñen un plan nacional para abordar este tema en todos sus ángulos, principalmente en la prevención y tratamiento del tejido social”, dice.

No a la lucha del poder por el poder. Juana Ocampo, activista reconocida en el PRD, asegura que acudirán hasta las instancias internacionales para exigir justicia para esclarecer el asesinato de su hija, y también dijo sentir un poco de alivio por la declaración de la ONU para que se reconozca como un feminicidio.

En la marcha surge un grupo de 25 o 30 personas que sugieren a Juana ocupar el sitio de su hija y asumir la presidencia municipal de Temixco.

Pero ella los ataja y dice que ahorita no piensa en eso porque “estaría como un buitre esperando”.

A quienes ya se disputan el poder los censuró y les recordó que todavía no se cumple el novenario de su hija, y por lo tanto deben guardarle respeto. “Si el Cabildo está siendo respetuoso entonces yo también”, dice.

A las autoridades electas pide mantener el equipo de trabajo y continuar con el plan de gobierno dispuesto por su hija como las políticas públicas con perspectiva de género, desarrollo sustentable, austeridad y cabildos públicos y abiertos.