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De la cara de Irma Camacho García, alcaldesa suplente de Temixco, asoma una capa de tristeza cuando recuerda el crimen perpetrado contra su amiga Gisela Mota, pero enseguida endurece sus facciones al pronunciar que está lista para asumir el cargo constitucional y enfrentar su nueva empresa “con todos los riesgos” que conlleva.
A la profesora Irma Camacho García, de 65 años de edad, nada la mueve de su intención política, ni siquiera, dice, los rumores que divulgaron grupos de oposición en el sentido de que ella habría dimitido a su responsabilidad con la ciudadanía que la eligió en fórmula con Gisela Mota, acribillada el sábado pasado en el interior de su casa por un grupo armado.
Camacho alude los artículos 171 y 172 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de Morelos para exigir el respeto a su garantía constitucional, e invitar a las distintas fuerzas políticas a trabajar por el bienestar de sus conciudadanos. En sus manos porta el acta del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana que la acredita como edil suplente.
“Temixco está de pie y trabajando honradamente, porque somos más los buenos”, dice la profesora.
Egresada de Internado Palmira, herencia del general Lázaro Cárdenas para estudiantes de familias campesinas, Irma Camacho iza su diestra para garantizar que durante su gobierno municipal asumirá mano dura contra decisiones que así lo ameriten.
Gisela e Irma compartieron, además del proselitismo político, el proyecto de erigirse como las primeras mujeres en asumir la presidencia municipal, pero ante la circunstancia funesta, ahora será la profesora la primera alcaldesa de Temixco.
“Soy la primera mujer que gobernará Temixco. Soy una mujer honesta, trabajadora, tengo carácter fuerte y no les quepa la menor duda de que no me va a temblar la mano. Seré dura pero a la vez voy a entender a las personas que lo necesitan, a la sociedad”, dice.
Y para atajar cuestionamientos sobre su persona y trabajo, afirma: “No tengo compromisos con nadie”.
El crimen
A las 7:10 horas del sábado pasado, el teléfono móvil de la profesora timbró como de costumbre en los últimos días, pero esa ocasión un desánimo invadió su cuerpo. Le confirmaron que su compañera, la alcaldesa Gisela Mota, había sido asesinada por un grupo armado que irrumpió en su domicilio y la mató frente a su familia.
Por su mente cruzó el día en que el PRD, el partido que la postuló, le comunicó que sería la candidata suplente a edil. “Platicamos al inicio de la campaña y le pregunté: ‘¿Gis si quieres que yo sea tu suplente, adelante, porque tienes que tener una gente que te cuide las espaldas. ‘Maestra estoy de acuerdo, conozco su trayectoria y su forma de pensar y me siento orgullosa de que usted sea mi suplente’”, dice que contestó la joven de 33 años.
El suceso impactó a la profesora. No daba crédito a los hechos pues un día antes Gisela le había tomado protesta como Directora de la Instancia de la Mujer, una dependencia de nueva creación para atender la Alerta de Género emitida por el gobierno estatal en ocho municipios del estado, incluido Temixco, por el número de crímenes violentos contra las mujeres.
Madre de cuatro hijos, Irma Camacho afirma que durante la campaña política nunca se sintió intimidada y particularmente se sentía segura porque en todos los lugares que recorrían con Gisela, surgían sus ex alumnos.
“Nunca vi que Gisela Mota tuviera enemigos. Puedo constatar que anduve con Gisela de seis de la mañana a 10 de la noche tocando puertas, nunca la dejé sin seguridad, sola, es más, andaba solo con la licenciada Suyuko. Nunca sentí que tuviéramos una amenaza. No tuvimos seguridad porque sabíamos que la gente nos quiere”.
Todavía recuerda la plática que sostuvo con la alcaldesa asesinada cuando acordaron combinar la experiencia acumulada con la edad y la trayectoria política de Gisela, ex diputada federal en la anterior legislatura.
“Gis, yo voy a recibir todas la orientaciones y voy a aprender de ti porque eres una mujer muy sabia”, le decía Irma a la presidenta municipal.
Riesgos
Frente al asesinato de su compañera de fórmula, Irma Camacho expresa que nunca ha pasado por su mente el temor porque se distingue entre la sociedad de Temixco como una mujer limpia y trabajadora.
—¿Se vive en Temixco con temor?
—No podría decir, nunca he tenido ningún enfrentamiento con nadie. He estado cerca y donde voy todo mundo me saluda. Nunca he sentido, me dicen, oigo comentarios, pero nada mas. Mi familia es honorable, sostiene.
Desde el crimen de Gisela Mota, la profesora tiene custodia. Dos policías armados la siguen a donde va, pero afirma que los escoltas nunca los pidió, sino que se los impusieron luego del protocolo de seguridad que emitió el gobierno del estado.
“No tengo miedo a nadie. Yo no pedí la seguridad, me llegó sola, porque estoy consciente de que la seguridad es para el pueblo pero ante los tristes acontecimiento que se dieron...”.
Camacho asegura que retomará el proyecto político de Gisela Mota de gobernar para los pobres, para la comunidad y su bienestar social.
Su prioridad ahora, dice, es ganar la confianza de los grupos políticos para trabajar unidos. Entre las tareas inmediatas como edil asegura que atenderá la falta de pagos a sus compañeros de la comuna, a quienes deben aguinaldos y quincenas atrasadas.