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El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, aseguró que cuenta con el respaldo del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y de todo el gabinete de Seguridad Nacional para establecer el Mando Único en 15 municipios del estado, incluyendo Cuernavaca.
En entrevista con EL UNIVERSAL aseguró que antes de emitir los decretos respectivos hubo una reunión del gabinete de seguridad, tanto federal como estatal, en la Residencia Oficial de Morelos, en la que se acordó que la disputa del territorio por parte de Guerreros Unidos y Los Rojos, y las presiones de estos grupos contra varios alcaldes, hacía necesario implementar la figura del Mando Único, atribución establecida en la Fracción VII del Artículo 115 constitucional.
El mandatario reconoció que el edil de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, está en su derecho de presentar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para impugnar el Mando Único, “y yo tendré mi derecho de demostrarle que me apegué a lo que establece la Constitución”.
Indicó que esos dos grupos delictivos, aprovechando el cambio en los gobiernos municipales, comenzaron a ejercer presión en los ediles electos para rechazar esa figura, lo cual “es absurdo”, pues gracias a este modelo, en Cuernavaca se redujo 43% el homicidio doloso; 88% el secuestro; 85% la extorsión, y 45% el robo de vehículos.
“Y en esa tarea estamos con muy buenos resultados, y viene este desafío de no querer el Mando Único con una figura que es mediática (Cuauhtémoc Blanco), que es un alcalde sin experiencia política, una figura deportiva, y cuyo grupo estuvo primero en el PRD, después pasan al PRI, y como no gana el PRI, se pasan con el ganador”.
Reiteró que parte de ese grupo es Federico Figueroa, hermano del extinto Joan Sebastian. “Hay varias investigaciones (en su contra) en el ámbito de la PGR. Él se ha amparado, sé que tiene amparos. Y en ese sentido es más que evidente que esos personajes que están acompañando a Cuauhtémoc tienen relación profesional como abogados, y familiar con el propio Figueroa. Es público y sabido”.
—¿Y qué le dijo Cuauhtémoc cuando le advirtió de ese tema?
—Se sorprendió, no contestó nada. Y me dijo que (Arturo) Beltrán Leyva ya no estaba en Morelos y que ya las cosas eran diferentes. Le contesté que ya no está él, pero ahora están otros, que son lo mismo o casi iguales”.
Ramírez Garrido Abreu agregó que tras el asesinato de la edil de Temixco, Gisela Mota, se preocupó por la seguridad de Blanco Bravo. “Yo soy el primer interesado en que no le pase nada y le comenté que no se alarmara, que lo estamos cuidando”, dijo.
Respecto a este homicidio, descartó que Mota Ocampo tuviera algún pacto con delincuentes vinculados a Guerreros Unidos. “Gisela era una mujer limpia, incapaz de hacer eso. Vamos a descubrir a quienes sí tienen nexos (con ese grupo) e intentaron hacer negociaciones a espaldas de ella”.
El gobernador reconoció que hay investigaciones de alcaldes que tienen relación con el crimen organizado, aunque no reveló nombres.
Concluyó que lo más importante para lo que resta de su administración es entregar buenas cuentas. “Demostrar que frente a los desafíos de la delincuencia hay una inequívoca voluntad del gobierno de Morelos”.
