Al teclear en Google la palabra “afluenza”, el buscador de internet lanza en menos de un segundo más de 325 mil resultados; los primeros hacen referencia al adolescente texano Ethan Couch, relacionándolo inmediatamente con otra palabra: “fugitivo”.

El primero de estos términos (algo parecido a lo que en México conocemos como ladies o gentlemen) lo salvó de la cárcel y se convirtió en su principal argumento de defensa tras matar a cuatro personas por conducir ebrio, dopado y a exceso de velocidad en la ciudad de Burleson, Texas; el segundo se lo impuso el FBI y el US Marshals Service el 11 de diciembre pasado por violar su libertad condicional y no presentarse a una cita con su oficial supervisor.

Sin embargo, Ethan Couch y su madre, Tonya Couch, fueron arrestados por elementos de la Fiscalía de Jalisco el pasado 28 de diciembre en Puerto Vallarta, a donde —según las autoridades de Estados Unidos— escaparon después de que circulara en internet un video en el que presuntamente el joven violó su libertad condicional al estar bebiendo.

El pasado 2 de diciembre, la usuaria de Twitter @BlondeSpectre colocó en la red social un video de seis segundos en el que se observa a varios jóvenes jugando beer pong —cuyo objetivo es emborracharse— y escribió el siguiente mensaje: “Ethan Couch violando la libertad condicional. Tengo más si quieres @CityofBurleson @TarrantCountyDA”.

En pocas horas la publicación hizo eco en la prensa local, que cuestionó a varios funcionarios sobre las repercusiones de esto para Couch; las autoridades comenzaron a indagar sobre el asunto y el 11 de diciembre el oficial de supervisión de Ethan, con quien tenía una cita, no sabía nada de él ni de su madre; así inició la búsqueda de ambos con apoyo del FBI y el US Marshals Service, que ofreció una recompensa de 5 mil dólares por obtener información sobre su paradero.

De acuerdo con la Fiscalía de Jalisco, Ethan y Tonya Couch fueron ubicados en Puerto Vallarta por las autoridades de Estados Unidos, quienes mantenían monitoreados los teléfonos de ambos y así lograron saber que había usado su celular en el balneario mexicano para pedir una pizza.

A través del consulado de Estados Unidos en Guadalajara, la Fiscalía de Jalisco ordenó el 24 de diciembre buscar a los Couch en el complejo turístico Los Tules, de donde había salido la llamada del joven; sin embargo, ese mismo día ambos habían dejado el apartamento que ocupaban.

Tras interrogar al personal del hotel, una trabajadora dijo que había recomendado a los Couch un lugar más modesto y discreto en el centro de Puerto Vallarta; el 28 de diciembre ambos fueron arrestados en la colonia 5 de Diciembre y entregados al Instituto Nacional de Migración (INM) para tramitar su deportación.

Un caso polémico

En 2013, cuando Ethan Couch tenía 16 años, su caso provocó controversia en Estados Unidos por haber logrado evadir una condena de 20 años de cárcel y obtener a cambio una sentencia de 10 años de libertad condicional y tratamiento de rehabilitación en un centro elegido por sus padres.

Según la prensa texana, el 15 de junio de 2013, Ethan fue grabado por las cámaras de seguridad de una tienda robando un par de cajas de cerveza; más tarde se le vio conduciendo ebrio y a exceso de velocidad una camioneta pick up de su padre, Fred Couch, propietario de Celburne Sheet Metal, empresa dedicada a la elaboración de estructuras metálicas para techos.

Couch viajaba con siete pasajeros en la camioneta y perdió el control cuando transitaba de Burleson a Retta; al salir de la carretera impactó a un vehículo estacionado que estaba descompuesto, matando a la dueña, Breanna Mitchell, y a otras tres personas que intentaban ayudarla (Hollie y Shelby Boyles, y Brian Jennings); uno de los acompañantes de Couch, Sergio Molina, aún permanece en coma tras el accidente.

Las autoridades determinaron que el nivel de alcohol en la sangre del adolescente superaba tres veces el límite permitido para un adulto y que había consumido Valium, un medicamento restringido; por ello fue llevado a juicio ante una corte juvenil y se pedía para él una pena de 20 años de prisión.

Durante el proceso los abogados del joven argumentaron que él no era responsable de sus actos debido a un padecimiento llamado “afluenza”, una supuesta enfermedad de “influyentismo y prepotencia” —no reconocida oficialmente— causada por la forma en que sus padres lo criaron, haciéndole ver que todo se arregla con dinero y que la riqueza compra privilegios.

En diciembre de 2013 la juez Jean Boyd validó el argumento de la “afluenza” y sentenció a Couch a 10 años de libertad condicional y a tratamiento donde sus padres decidieran; así, el joven fue enviado unos meses a un lujoso centro de rehabilitación en California, cuyo costo anual es de 450 mil dólares.

La sentencia causó polémica, pues en 2004 la misma juez sentenció a 20 años de prisión a un joven de 16 años por conducir ebrio y provocar la muerte de una persona; el enojo causado por la “benévola” sentencia contra Couch provocó que más de 30 mil personas firmaron una petición para remover a la juez de su cargo.

Tras el incidente de junio de 2013 la prensa de Texas ha documentado en diversas ocasiones el comportamiento de Ethan Couch y sus padres, por lo que son públicas las acusaciones que Fred Couch ha enfrentado por robo, evasión de arresto y golpear a su ex esposa Tonya.

De ella se sabe que ha sido detenida varias veces por cometer infracciones de tránsito y en una ocasión fue sentenciada a pagar una multa de 500 dólares y cumplir seis meses de trabajo comunitario por sacar intencionalmente a otro conductor del camino.

Sobre Ethan, la prensa ha citado versiones de algunos de sus amigos, quienes han señalado que vivía solo en una gran casa en la que constantemente hacía fiestas y en la que únicamente había un sofá, una pantalla de televisión y un X-Box; también es conocido que cuando Ethan Couch tenía 13 años sus padres lo mandaban solo en su auto a la escuela, por lo que el director protestó y como respuesta el padre del adolescente, Fred Couch, amenazó con comprar la institución para que no lo cuestionaran.

Hoy los Couch vuelven a captar la atención en Texas, pues mientras Tonya se encuentra ya en Estados Unidos, donde es acusada de entorpecer el arresto de su hijo y se le ha fijado una fianza de un millón de dólares, Ethan permanece en México, pues sus abogados lograron obtener un amparo para retrasar la deportación.

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