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Más de 4 mil elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Marina Armada de México (Semar) y de la Policía Federal arribaron a Chilapa para poner en marcha un operativo que busca, en coordinación con la Fuerza Estatal, detener a los principales líderes de los grupos que se pelean el territorio en ese municipio.
Como parte de las medidas federales y estatales para reducir los índices violentos, llegaron por la calle principal de Chilapa, el bulevar Eucaria Apreza, decenas de militares, seis días después de la visita del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien comprometió con familiares de 57 desaparecidos del municipio que habría más seguridad.
Acompañado por mandos de la Marina y del Ejército, entre ellos el comandante de la Novena Región Militar, Alejandro Saavedra, responsable de la estrategia de seguridad en el estado, el gobernador Héctor Astudillo Flores puso en marcha el operativo “de corto plazo: tiene más de 4 mil elementos y cuatro helicópteros de la Marina y el Ejército”.
Dijo que el objetivo central es la detención de personas “criminales que se han dedicado a causar mucho daño” en los municipios de Chilapa y el corredor que conecta con Zitlala, aunque también se prevé el blindaje en la parte serrana de Chilpancingo.
En el caso de Chilapa y Zitlala, de acuerdo con la Sedena, se disputan el territorio dos grupos delictivos: Los Rojos y Los Ardillos.
Este es el tercer operativo que llega al municipio donde en los dos últimos años se ha recrudecido la lucha por el territorio entre los grupos mencionados.
En ese periodo de violencia han muerto decenas de personas: transportistas, campesinos, amas de casa, políticos y niños; tan sólo previo a la elección del pasado 7 de junio fue asesinado el candidato del PRI a la alcaldía, Ulises Fabián Quiroz.
Después de estos hechos ocurridos en mayo, un grupo de unos 300 civiles identificados por varios habitantes de Chilapa como allegados al grupo de Los Ardillos, desapareció a más de una docena de personas que a la fecha siguen buscando sus familiares en la organización “Siempre Vivos”.
El primer operativo llegó a la ciudad en julio de 2014, cuando en el centro de la ciudad ocurrieron balaceras que dejaron saldo de más de nueve muertos.
Apenas el 10 de noviembre fueron asesinadas seis personas en Chilapa, cinco de ellas pertenecían a la familia del ex jefe policiaco de ese municipio, Silvestre Carreto, quien a la fecha se encuentra desaparecido.
Al acto asistieron los alcaldes de Zitlala (donde hay más de 200 personas desplazadas por la violencia), Roberto Zapoteco Castro, y el edil de Chilapa, Jesús Parra, quien sucedió al ex candidato priista asesinado y ganó la presidencia municipal; además, asistió el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez.
spb