El Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, un nuevo punto de acuerdo de urgente y obvia resolución, esta vez para que el secretario de Medio Ambiente (Semarnat), Rafael Pacchiano, comparezca y brinde un informe detallado sobre los daños ocasionados al ecosistema de manglar en “Malecón Tajamar”, las afectaciones al medio ambiente y a las especies en peligro de extinción causadas por la remoción de humedales en el polígono.
Presentado ayer por la senadora de la República, Angélica de la Peña, el punto de acuerdo propone solicitar a Enrique de la Madrid Cordero, titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), información pormenorizada sobre la comercialización de terrenos en “Malecón Tajamar”, por parte del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
También, que el titular de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Roque Villanueva, explique a la legislatura si existe la Declaratoria de Procedencia establecida en los artículos 17 y 18 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público y los permisos correspondientes para la construcción de la denominada “Basílica Santa María del Mar” que prevé construirse en uno de los terrenos devastados en “Malecón Tajamar”.
Además, somete a consideración del pleno que, con absoluto respeto al federalismo, se exhorte al gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, “para que valore la posibilidad de implementar las medidas que permitan suspender el desmonte a la zona del manglar en el ‘Malecón Tajamar’, en tanto se resuelve en definitiva el juicio de amparo interpuesto en el Juzgado Segundo de Distrito”.
Para fundar y motivar la aprobación del punto de acuerdo, la senadora explica la importancia de los manglares, en términos económicos, ecológicos y de seguridad de poblaciones e infraestructura asentada en las zonas costeras, principalmente.
“De acuerdo a la FAO el papel de los manglares es muy importante, económica y ecológicamente, como recurso natural y como protección del ambiente, y ambos aspectos no pueden separarse sin perjuicio para la zona. La madera del mangle es una fuente de leña, postes y material para techar.
“La formación boscosa del manglar contribuye a la cadena alimentaria marina porque produce detritos, y varias especies de animales marinos de importancia comercial pasan al menos parte de su ciclo vital en ellos. Por eso los manglares no deben considerarse solamente como bosques, sino también como productores de alimentos en forma de cangrejos, peces y camarones, muchos de los cuales terminan por ser capturados lejos de los manglares, lo que plantea problemas especiales de ordenación de tierras”, expone.
De la Peña Gómez advierte que Quintana Roo ocupa el segundo lugar nacional en pérdida de manglares, después de Nayarit, conforme al diagnóstico “Manglares de México”, elaborado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
“Entre 1970 y 1980, Quintana Roo disponía de 137 mil 910 hectáreas de mangle rojo, amarillo, negro y botoncillo, sin embargo con la urbanización y el desarrollo turístico, para el 2005 esta cantidad se redujo a 130 mil 210 hectáreas, pero para el 2010 que es el año en el cual hicieron el monitoreo del estudio presente, descendió hasta 128 mil 49 hectáreas.
“Esta situación se agrava con la implementación del Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Malecón Cancún (hoy Tajamar). Se trata de un proyecto turístico e inmobiliario para la construcción de oficinas, comercios, apartamentos y un hotel Business, que se impulsa desde el año de 2006, que cuenta con cerca de 69 hectáreas, para proyectos de uso mixto que están distribuidas en 12 manzanas que tienen como ventana la laguna Nichupté”, se lee.
Para desarrollar el lugar se destinaron 518 millones de pesos y la afluencia esperada es de 4.4 millones de personas, tres veces más la población de la entidad que asciende a 1.5 millones de habitantes.
Se añade que con la destrucción de los manglares, el 16 de enero pasado, se ocasionaron “daños irreparables”, ya que en “Malecón Tajamar” habitaban especies en peligro de extinción, las cuales están incluidas dentro de la Norma Oficial Mexicana NOM-059.
Entre la fauna aniquilada había aves migratorias, cangrejo azul, rana leopardo, iguana rayada, cocodrilo Moreletti, garza tigre, pelícano café, entre otras.
“Además, las cerca de 60 hectáreas estaban compuestas por diversas especies de Mangle (Rojo, Blanco, Negro y Botoncillo), así como por Palma Nakax y Palma Chit, mismas que se encuentran amenazadas”, se menciona.
spb