Presuntamente para amedrentarlo por emprender una investigación sobre actos de corrupción en la Secretaría de Salud de Nuevo León (SSNL), relacionados con el contrabando de productos médicos, el periodista Víctor Badillo Guerrero recibió en su teléfono celular mensajes amenazantes contra él y su esposa.

Al denunciar el hecho a través de las redes sociales y señalar a un proveedor de la SSNL como el presunto responsable de las amenazas, el comunicador recibió la visita de un empleado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), pero no para conocer su posible situación de riesgo, sino para llevarle un citatorio porque está acusado de difamación y deberá comparecer el seis de enero ante la Unidad de Investigación en Apodaca.

El corresponsal de la cadena CNN en Monterrey expuso que en su investigación, de más de nueve meses, detectó una red de corrupción donde estarían implicados funcionarios de primer nivel de la Secretaría de Salud de Nuevo León y otros estados, y aparece un proveedor de nombre Javier Cano Sánchez.

A raíz de éstas investigaciones —dijo el comunicador—, la noche del 30 de diciembre, Cano Sánchez envió dos mensajes vía teléfono celular “que han prendido la alerta en mi familia”.

En el primero de ellos escribió: “Me toca a mí”, acompañado de la fotografía de su esposa. En otro texto el proveedor simplemente incluyó su domicilio completo en el municipio de Apodaca.

El comunicador externó su preocupación pues afirmó, Cano Sánchez ha sido mencionado en diversas publicaciones nacionales por actividades ilícitas que incluyen intimidar al Poder Judicial en Nuevo León, abuso sexual y vínculos con el crimen organizado.

Estableció que el teléfono del que le mandaron los mensajes intimidatorios presuntamente pertenece a Cano Sánchez, incluso aparecía su foto de perfil, y aunque posteriormente fue borrada —de acuerdo a la compañía Telcel—, el número corresponde al sujeto.

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