El alcalde de este municipio, Enrique Alonso Plascencia, expulsó a la Policía de Mando Único y con el respaldo de un grupo de habitantes retomó el control de la Comandancia, donde pidió a los elementos policiales sumarse a su proyecto o de contrario presentar su renuncia.
En ese mismo sitio el edil cesó a Margarito Rosales Vergara como Director de la Policía Municipal y designó al militar Manuel Álvarez Domínguez, como nuevo comandante de la Policía Municipal de esta demarcación considerada en el operativo “Tierra Caliente”, impuesto por la Secretaría de Gobernación desde diciembre de 2014.
De esta manera el edil desconoció el decreto que emitió el gobierno estatal el pasado 4 de enero para asumir el control de las policías en 15 de los 33 Ayuntamientos por “razones de seguridad”.
El decreto fue impugnado por el alcalde de extracción perredista mediante la presentación de una controversia constitucional, pero los ministros le negaron la suspensión provisional aunque admitieron el recurso para su estudio.
Para el presidente del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello y el presidente de la Barra de Abogados de Morelos, Alejandro Smith Vázquez, la expulsión del Mando Único en Tlaquiltenango es un exceso y un desacato al decreto que emitió el gobierno estatal.
Smith Vázquez afirmó que el edil Enrique Alonso violentó el decreto que equivale a una un ejecución de sentencia en un recurso de amparo.
Ambos consideraron que el alcalde debió esperar el resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con respecto a la controversia constitucional que promovió contra el decreto gubernamental.
“Evidentemente hay un exceso del edil sobre todo porque esta en curso la controversia constitucional pero este asunto también resulta ofensivo para la sociedad porque los gobiernos estatal y municipal no logran ponerse de acuerdo en materia de seguridad pública”, dijo Martínez Bello a su vez presidente del Colegio de Abogados del Estado de Morelos.
Smith Vázquez argumentó que la actitud del edil Alonso Plascencia, cuyo rechazo al Mando Único fue manifestado desde antes de su toma de protesta el 31 de diciembre, es una clara violación al Estado de Derecho porque eso tendría que resolverlo la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Sería prudente que los ediles esperaran el acuerdo formal de la Corte para actuar en consecuencia. La única forma de ser irrespetuoso con un decreto es la controversia”, dijo el presidente de la Barra de Abogados en Morelos.
También explicó que el decreto que emitió el Gobierno estatal esta sustentado en el artículo 115 Constitucional, fracción séptima, cuyo texto señala que “el Ejecutivo Federal y los gobernadores de los estados tendrán el mando de la fuerza pública en los municipios donde residieren habitualmente o transitoriamente”.
Así mismo Smith Vázquez consideró que se debe revisar de forma exhaustiva el contenido del decreto porque ninguno de éstos puede ser de manera definitiva y eso puede contravenirlo la parte actora, en este caso el Ayuntamiento de Tlaquiltenango.
En opinión del presidente del Foro Morelense de Abogados hay un desacato a un decreto y por lo tanto repercutirá en la decisión final de los ministros sobre la controversia constitucional que promovió el Ayuntamiento de Tlalquiltenango.
Además dijo que la expulsión del Mando Único abre la posibilidad de una sanción contra el edil por violentar el marco constitucional, aunque reconoció que la ley es escueta en ese sentido.
LA TOMA
Hacia el medio día el edil, cinco regidores y el síndico municipal llegaron a las instalaciones de la Comandancia municipal y de inmediato pasaron lista a los 43 elementos activos.
Enterados de la movilización y de la actividad que realizaría el edil, la policía estatal se llevó las armas, vehículos y equipo táctico pertenecientes a la Policía del Mando Único.
De acuerdo con el alcalde ya solicitó a través del Senador Fidel Demedicis Hidalgo la intervención del Ejército así como un presupuesto extraordinario para atender las tareas de seguridad pública y las actividades del Ayuntamiento.
Por ahora serán 37 elementos de la Policía Municipal, aproximadamente, quienes cuidarán de la seguridad de unos 35 mil habitantes de Tlaquiltenango.
spb