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En protesta por la tala de un promedio de 20 hectáreas de manglares en Malecón Tajamar, ciudadanos y activistas se manifestaron pacíficamente esta noche, acto que incluyó bloqueos en principales avenidas de la ciudad y protestas a la entrada de la zona hotelera de Cancún.
El común denominador de los reclamos, se centró en la destrucción de los manglares, el bloqueo de las vías de acceso al Malecón -que es una obra pública, con excepción de los predios- y la exigencia para que se finquen responsabilidades a funcionarios que instruyeron lo que calificaron como un ecocidio.
La madrugada de este sábado, camiones con material, trascabos, excavadoras y camionetas ingresaron al polígono de 59 hectáreas para retomar el desmonte y relleno de manglares, suspendido desde agosto pasado.
Las obras estaban detenidas desde agosto del 2014, primero por la acción ciudadana, luego por la clausura impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y después por la promoción de amparos que mantenían el freno a las actividades en el sitio, que comunica a la ciudad con el sistema lagunar Nichupte.
La difusión de lo ocurrido, con las imágenes de la magnitud de la devastación, llevó a decenas de residentes hasta el acceso principal al polígono, que ya luce los estragos de desmontes y relleno de manglares y vegetación.
Ahí, mucha gente que no había visto lo sucedido, se topó con la desaparición de la exuberante cortina de vegetación que rodeaba el polígono, cercado por vallas y por una muralla de antimotines.
A distancia, se lograba observar el revoloteo de zopilotes, sobre los lotes ya limpios de cobertura vegetal. Algunas personas refirieron que incluso, estas aves estaban ya sobre la tierra comiendo los restos de animales que no tuvieron como huir de la maquinaria. Esa fauna, debió haber sido rescatada previo a la ejecución de los desmontes y rellenos.
"Estamos de luto por la matanza de ranas, garzas, aves, patos, cocodrilos y manglares, que se encontraban todavía en los terrenos de Malecón Tajamar. A los responsables, no les interesó el futuro, ni los huracanes.
"Violaron las condicionantes, quitaron los sellos de clausura de la Profepa... es un verdadero ecocidio lo que hicieron aquí. Ante Dios esto es un crimen", reprochaba con megáfono en mano, la presidenta de la Asociación Protectora de Animales de Cancún, Sara Rincón Gallardo.
La escuchaban, sentados sobre plena avenida Bonampack, jóvenes y personas en general que mantuvieron bloqueado intermitentemente el tránsito por esa vialidad y por el carril del lado de la plaza comercial "Malecón Las Américas", lo que generó problemas viales.
En paralelo, otro grupo de ciudadanos marcharon hacia el kilómetro cero, en donde protestaron pacíficamente, exigiendo la presencia del presidente municipal, Paul Carrillo, para explicar el por qué de la devastación.
"Tenemos que proteger al medioambiente. Nos. Estamos suicidando. Tenemos que poner un alto a la corrupción del país. Vean cómo nos tienen rodeados, como si fuéramos criminales", continuaba Rincón Gallardo, frente al Malecón Tajamar.
Pasadas dos horas, al retornar el grupo que se había apartado para protestar en zona hotelera, algunos jóvenes comenzaron a gritar que entrarían al polígono. Una pequeña turba se dejó ir hacia el cerco policíaco, en donde gritaron a los antimotines que deseaban ingresar al espacio público.
Otros jóvenes pidieron conservar la calma, no caer en provocaciones y respetar a la autoridad. Un joven aventó agua sobre el rostro de los policías, argumentando que se estaba violentando su derecho al libre tránsito, lo que estuvo a punto de ocasionar su reacción. "Esto ya no es pacífico, eh?", repetía un oficial.
Katerine Ender, activista de "Guardianes del Manglar", se deslindó de los jóvenes que estaban incitando a romper el orden. La gente se replegó, lo que provocó una división en el contingente. "Unidad, unidad", "somos uno, somos uno", se escuchaba a otros jóvenes.
Integrantes de organizaciones de Derechos Humanos intervinieron para aclarar que en efecto se estaba violando el artículo 11 constitucional, pero conminaron a la gente a promover amparos colectivos y no a confrontar a las autoridades.
La moción fue respaldada por una ciudadana quien, durante el trienio del entonces alcalde, Francisco Alor (2005-2008) promovió un amparo contra el despojo de un parque público y ganó el juicio contra la autoridad municipal.
Un primer acuerdo fue que a las 9 horas de mañana se instalará una mesa para que la ciudadanía se presente a firmar el amparo colectivo.
Otra acción, será promover denuncias a instancias que protegen los manglares a nivel internacional, además de difundir masivamente las fotografías y vídeos para denunciar lo sucedido.
Los jóvenes, principalmente, se decían desesperados porque pese a los mecanismos legales, la destrucción de los manglares continua y es -insistieron- irreversible, por lo cual reiteraban la petición de hacer algo en ese momento para impedir el avance de las maquinas, que continuaron su trabajo toda la noche y durante la madrugada.
La jornada de protestas cerró con un performance ejecutado por mujeres.
crs