La cancillería de Guatemala aceptó recibir a los más de cinco mil cubanos que se encuentran varados en Costa Rica y Panamá, siempre y cuando el gobierno mexicano “garantice por escrito” que va recibir esos ciudadanos, declaró el canciller de ese país Carlos Raúl Morales Moscoso.
El diplomático dijo que el gobierno de su país, no puede decir “sencillamente” que los cubanos “vengan, aterricen en Guatemala y se queden varados entre la frontera de Guatemala y México, porque vamos a crearle un problema al país, a las personas que habrían en esta parte del país”.
Morales Moscoso habló a los medios de comunicación y detalló que el gobierno de su país tiene que tener la certeza de quién va pagar los costos que genere el traslado de los cinco mil cubanos varados desde el 15 de noviembre, en Costa Rica y Panamá, hasta Guatemala.
Los vuelos se realizarían desde Panamá y Costa Rica, hasta el aeropuerto de La Aurora, en la capital de Guatemala, pero otro de los problemas es quién va trasladar a los cinco mil cubanos del aeropuerto a la frontera con México, en los puntos conocidos como Tecún Umán I, Tecún Umán 2 o El Carmen.
De la capital del país de Guatemala hasta esos puntos fronterizos, hay una distancia de 350 kilómetros y “estamos hablando de cuatro mil 500 o cinco mil cubanos, que serían trasladados en camiones con capacidad de entre 50 a 60 personas y estamos hablando de una buena cantidad de autobuses”.
“Nosotros tenemos la capacidad de proteger a los ciudadanos guatemaltecos. Ya de por sí hay una gran cantidad de migrantes de muchas nacionalidades del mundo, que están en la frontera entre Guatemala y México y no podemos sencillamente agregar cuatro mil o cinco mil cubanos más, que pueden generar algún tipo de inestabilidad en la región, sobre todo en este momento”, dijo el Canciller, en un video que recogen las redes sociales.
Agregó que Guatemala ha pedido a Costa Rica y a México, que se comprometan con la movilización de los cubanos que buscan llegar a los Estados Unidos para acogerse al programa “Pies secos, pies mojados”, que les permite solicitar residencia en esa nación.
Hasta finales de noviembre habían ingresado a México, mayoritariamente por la frontera Sur, unos diez cubanos, a diferencia de los tres mil 314 que lo hicieron en el 2014.
A su ingreso a México, los cubanos piden al Instituto Nacional de Migración (INM), un salvoconducto que no tiene ningún costo, que les permite una estadía por 30 días en el país, tiempo suficiente para llegar a la frontera norte.
Desde finales del noviembre el INM declaró estar listo para recibir una oleada de cubanos a Tapachula y entregarles los documentos que solicitan.
El 15 de noviembre, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cerró su frontera para evitar el paso de los cubanos por su territorio y desde entonces se han concentrado en Costa Rica, donde son asistidos por la Iglesia católica, el gobierno de ese país y organizaciones no gubernamentales.
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