Por incrementar los riesgos de la zona turística de Cancún, ante el Cambio Climático, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) promovió una demanda de amparo en contra el gobierno municipal que, como parte de la actualización del Programa de Desarrollo Urbano (PDU), modificó usos de suelo en predios de gran relevancia, lo que provocará, entre otras cosas, el aumento del número de cuartos construibles en áreas originalmente planificadas para operar con baja o menor densidad.

El instrumento de planeación, expedido como PDU 2014-2030 hace un año, omitió incorporar y atender los criterios contemplados por la Ley General de Cambio Climático para mitigar y adaptarse a los impactos que supone el aumento de la temperatura de la Tierra y de los océanos, entre ellos, el incremento en la potencia de tormentas y huracanes, así como el avance del nivel medio del mar.

“Estamos pidiendo que se suspenda la aplicación del PDU 2014-2030, porque detectamos diversas inconsistencias, entre ellas, la modificación de uso de suelo, sin un sustento técnico, de varios predios, lo cual aumentará en un gran porcentaje el desarrollo de obras en sitios que antes contaban con restricciones en el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (Poel) del municipio de Benito Juárez.

“Se están redensificando otras zonas, también y el instrumento no aplica las obligaciones establecidas en la Ley General de Cambio Climático. De hecho, hace todo lo contrario a lo que establece la ley, aumentando la altura de los edificios o incrementando la densidad”, indicó la coordinadora regional del CEMDA, Alejandra Serrano.

En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que la demanda de amparo se presentó el seis de noviembre pasado, por omisiones en la aplicación de la Ley de Cambio Climático, de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Legeepa) y de la Ley de Asentamientos Humanos.

El PDU 2014-2030 ignoró o desestimó además, el estudio hecho por la Secretaría de Turismo (Sectur), sobre los 10 destinos turísticos más vulnerables ante el Cambio Climático, entre los que figura Cancún.

A través de dicho instrumento de planeación urbana, el gobierno municipal encabezado por el alcalde, Paul Carrillo, incrementó las densidades, por ejemplo, en Punta Nizuc, en la Tercera Etapa de la zona hotelera de Cancún.

De acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), esa área se planeó para albergar proyectos de baja densidad, parques ecológicos e infraestructura de bajo impacto, para la recreación, a fin de equilibrar la masividad del desarrollo planificado en las etapas 1 y 2 de la zona turística.

Punta Nizuc, además, es mencionada como una de las zonas altamente vulnerables al Cambio Climático, por su ubicación, indicó la abogada ambiental.

“Las autoridades responsables otorgaron densidad, de manera injustificada, a diversos predios que por su ubicación y cercanía al Área Natural Protegida Manglares de Nichupté, se mantenían anteriormente como ‘de conservación’", ahondó.

De acuerdo con la organización, la versión 2014-2030 del PDU, permitirá la construcción de un promedio de 11 mil nuevos cuartos en la zona turística, con un tope de altura de 20 pisos, lo que implicaría llegar a las 42 mil habitaciones en la zona hotelera.

El dato contrasta con lo que informó el ayuntamiento de Benito Juárez, al aprobar dicha actualización, el 25 de agosto del 2014.

En aquella sesión de Cabildo se dijo que el nuevo instrumento de planeación autorizaría sólo seis mil nuevos cuartos, adicionales a los 39 mil que ya existen, que están en construcción y a los que poseen permisos, pero cuyas obras no han iniciado, lo que sumaría casi 46 mil llaves.

La versión del PDU 2005 establecía un tope máximo de cuartos construibles, de 30 mil 999, que fue rebasado antes de la actualización de ese instrumento de planeación urbana.

"Es procedente solicitar la suspensión de los efectos y consecuencias del PDU 2014-2030 de Cancún, en virtud de que su ejecución pone en riesgo de daños irreparables a los recursos naturales y los ejemplares de manglar presentes en el sitio, además de configurarse daños de imposible reparación.

“De ahí que la medida busque que no se modifique el entorno ambiental ni se aprueben, autoricen o expidan licencias, permisos y autorizaciones de cambio de uso de suelo en Cancún con base en ese PDU”, manifestó.

El CEMDA concluyó que debido a lo expuesto, el PDU causará un impacto negativo en la zona hotelera, que se traducirá en la pérdida de los beneficios que las zonas de gran relevancia ambiental que fueron redensificadas, generan para la calidad de vida de los habitantes de Cancún, en general, “al romperse el pequeño lazo de equilibrio que existe entre la población y las actividades ya asentadas y las que se detonarán a futuro dado el desarrollo desequilibrado y amorfo que pretende realizarse”.

mvl

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