La megaescultura Mestizaje Mexicano está inconclusa desde 2004. La obra inició durante la administración del ex gobernador priísta de Quintana Roo Joaquín Hendricks (1999-2005), quien dio más de 100 millones de pesos al escultor Enrique Carbajal, Sebastián, para edificarla a la orilla del Bulevar Bahía.
El anuncio —hecho en la ciudad de México— y la inversión para diseñar y construir la estructura de 72 metros de altura causaron una serie de críticas debido al monto a invertir, la inutilidad de la obra y que no se tomó en cuenta a los artistas locales para realizar la pieza.
En 2005 la megaescultura sirvió al Partido Acción Nacional (PAN) de emblema de campaña; aprovechó el repudio social hacia el proyecto y esto le valió ganar dos distritos electorales locales de mayoría.
Actualmente, en la orilla del Bulevar Bahía —decretado como área natural protegida estatal Santuario del Manatí— permanece la torre de fierros oxidados, sin concluir desde hace más de una década.
Un sendero conecta el bulevar con la megaescultura inconclusa que durante algún tiempo sirvió a deportistas del lugar para realizar rutinas matutinas, incluso algunos cadetes de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) la usaron como sede para realizar entrenamientos, entre ellos, rapel.
Pese a las críticas y a la inutilidad de la estructura, el gobernador Félix González Canto (2005-2011) intentó rescatarla. Durante su administración se sumaron otros 34 millones de pesos para la edificación y 6 millones extras para la colocación de las 24 esculturas que conformarían el Corredor Escultórico.
Se integró un comité ciudadano como responsable de monitorear la edificación de la obra.
Los integrantes del comité fueron llamados al Congreso del estado para explicar la aplicación de los recursos entregados al escultor Sebastián.
Más adelante, la empresaria Doris Mingüer fungió como presidenta del fideicomiso de la megaescultura e intentó recaudar recursos para continuar su edificación, pero no se pudo obtener el dinero suficiente.
La Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) afirmó que de acuerdo con los dictámenes técnicos, la estructura se encuentra en condiciones óptimas y se puede concluir, razón por la que el actual gobierno del estado solicitó recursos federales para transformarla en un museo, que aporte mayor atractivo a la ciudad.
En diciembre de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Presupuesto de Egresos, que contempla destinar 100 millones de pesos para esos trabajos.
Carretera trunca. A pesar de ser un proyecto incluido en el Plan Puebla Panamá que impulsó el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, la carretera Caobas-Arroyo Negro, en el sur de Quintana Roo, quedó inconclusa. Esta vía pretendía comunicar al sureste de México con Guatemala.
El proyecto original incluía la construcción de más de 80 kilómetros de vía, pero únicamente avanzaron 29 kilómetros, en dos tramos, el más extenso con 24 kilómetros a la altura de la comunidad de Caobas y el segundo, con 5 kilómetros, en la parte limítrofe con Guatemala.
La inversión ejercida en los 29 kilómetros se estima en 95 millones de pesos.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que los 29 kilómetros se realizaron en el principio y final de esta carretera, porque en el tramo intermedio surgió una problemática con los ejidos asentados en la zona, los cuales exigían el pago de derecho de vía, pero al no llegar a ningún acuerdo con las autoridades federales, la obra fue suspendida.
La fuente de la SCT afirma que el monto exigido por los ejidatarios era muy elevado y, por tratarse de un camino de penetración social, el gobierno federal no debía pagar en estos casos, por lo que no lograron llegar a ningún acuerdo y desde hace más de cuatro años dejó de recibir recursos para su continuación.
En diciembre de 2003, la Cámara de Senadores solicitó la asignación de recursos para el ejercicio de 2004 para la carretera Caobas-Arroyo Negro, en el municipio de Othón P. Blanco, la cual estaba proyectada para comunicar al sureste de la República con el vecino país de Guatemala, como parte del Plan Puebla-Panamá.
La obra consistía en modernizar las terracerías, obras de drenaje, capa subrasante, carpeta de concreto asfáltico, construcción de 11 libramientos y tres puentes y señalamiento. El costo aproximado de dicha modernización sería de 400 millones de pesos, según archivos de la SCT.
La realización de este proyecto ayudaría a mejorar la calidad de vida de 30 comunidades, beneficiando a 150 mil habitantes de la región. Con esta modernización se agilizaría el transporte comercial y turístico que se desplazaría hacia el país de Guatemala y Centroamérica.
Esta obra formaba parte del Plan Puebla-Panamá y el corredor turístico Mundo Maya, con la cual se tendría mayor seguridad, confort y reducción de tiempo.