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Chilpancingo.— La jornada extraordinaria en Tixtla para la elección de alcaldes —que fue resguardada por decenas de efectivos de la Fuerza Estatal— transcurrió sin mayores contratiempos, declaró el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC).
Hasta las 20:50 horas de ayer, los primeros cómputos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del IEPC daban ventaja al candidato de la alianza PRD, PAN y PT, Hossein Nabor Guillén, con mil 40 votos, contra 888 del abanderado de la coalición PRI, PVEM y Nueva Alianza, Saúl Nava Astudillo.
Tras cuatro meses de que organizaciones sociales encabezadas por los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa cancelaran los comicios municipales, el IEPC repuso la elección en la que 28 mil 551 personas empadronadas pudieron participar. Se instaló 100% de casillas, 53 en total, hubo 17 observadores electorales que fueron capacitados.
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) informó que hubo tres denuncias, la más grave ocurrió cuando policías estatales detuvieron a un hombre llamado Fidel Hugo Ortega, trabajador de la Sagarpa, descubierto con un listado de padrón electoral.
La persona detenida fue denunciada ante la Fepade, organismo que en un lapso de 48 horas definirá la situación de Ortega. La denuncia fue interpuesta por el representante de Morena, Apolinar Salmerón, quien lo detectó.
El detenido en la casilla 2 mil 483 admitió ser representante del PRI. En la comunidad de Atliaca, una señora identificada con el PRI, fue denunciada por coaccionar al voto.
Hubo cinco candidatos a la alcaldía en Tixtla: por PRI, PVEM y Nueva Alianza, Saúl Nava Astudillo; del PRD, PAN y PT, Hossein Nabor Guillén; de Morena, Miguelina Ramos; por el Partido Humanista, Vicente Barrera Pablo, y del Movimiento Ciudadano, Luis Muñoz Vázquez.
Ninguna organización ni estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa protestó en esta ocasión.
En el barrio de El Fortín, en Tixtla, donde cuatro policías comunitarios fueron asesinados el jueves, integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) denunciaron que temen por su seguridad y afirmaron que sus compañeros fueron baleados y que no se trató de un enfrentamiento, como lo dio a conocer el gobierno estatal.
