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Cuernavaca.— La policía de Mando Único en Cuautla registró la inhumación de 150 cadáveres en dos fosas del panteón del poblado de Tetelcingo, de acuerdo con el oficio SSPyTM/DPP, fechado el 28 de marzo de 2014 y rubricado con el sello del gobierno municipal de esta región.
El parte oficial contrasta con la versión del fiscal general del estado, Javier Pérez Durón, quien declaró que se trata únicamente de una fosa con 105 cadáveres en calidad de desconocidos o no identificados por sus familias.
El caso de la fosa y los cadáveres se conoció tras la denuncia de una madre que acusó a la fiscalía estatal de sepultar, en marzo del año pasado, el cuerpo de su hijo secuestrado y asesinado en 2013.
La mujer explicó que desde ese año identificaron el cadáver de su hijo Wenceslao, pero las autoridades se negaron a entregar el cuerpo con el argumento de investigar a los responsables. Permaneció casi un año en el Servicio Médico Forense, hasta que un día lo inhumaron junto con más de un centenar de cuerpos depositados en una fosa de Tetelcingo.
La familia reclamó y el Ministerio Público realizó la exhumación de los cadáveres en diciembre de 2014 para devolver los restos de Wenceslao. Otro cuerpo también ya fue entregado a sus familiares por lo que, dijo recientemente el fiscal, sólo hay 103 cuerpos en una fosa común.
Los familiares de Wenceslao tomaron video de la exhumación y lo difundieron para denunciar la existencia de la fosa.
El caso dio un viraje trascendente por la filtración de la “tarjeta informativa de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Cuautla”, cuyo reporte cita que la diligencia fue dirigida por la entonces directora de Servicios Periciales del estado, Ana Lilia Guerrero y el director de Salud Pública Municipal de Cuautla, Gonzalo Sánchez Hernández.
Del depósito de los cuerpos tuvo conocimiento el ex fiscal Rodrigo Dorantes Salgado, actual representante de la PGR en Durango, de acuerdo con el testimonio del delegado de la comunidad de Tetelcingo, Artemio Balón, contenida en el reporte oficial.
El texto señala que el delegado dijo: “había recibido una llamada del procurador (Dorantes), el cual le había indicado que se iban a sepultar 150 cuerpos, ya que el propietario del panteón de Tetelcingo (Socorro Tlapala Becerro), había donado las dos fosas que iban a ser utilizadas”, cita.
El reporte. La tarjeta informativa, contenida en la averiguación previa que abrió la fiscalía morelense para investigar los hechos, refiere que el 28 de marzo de 2014, alrededor de las 09:29 horas, dos unidades de la policía de Mando Único de Cuautla interceptaron dos vehículos del Servicio Médico Forense, con números económicos 0212 y 0213.
Al mando de las unidades iba Ana Lilia Guerrero, quien preguntó a los oficiales la dirección del panteón de Tetelcingo, “ya que iba a sepultar 150 cuerpos que provenían de Cuernavaca y Cuautla, que eran cadáveres de 2010 a la fecha no reclamados, por lo que los guiamos al panteón, percatándonos que ya había dos fosas de un diámetro de cuatro por cuatro”.
El parte policial firmado por el comandante Constantino Salas Martínez cita que a las 9:43 horas arribaron dos camionetas con mas cuerpos; luego llegaron otros cuatro vehículos “en los cuales viajan 15 personas, integrantes de la Fiscalía General del Estado de Cuernavaca, Morelos, que bajaron los cuerpos para depositarlos en las fosas que se encontraban en el panteón”, describe el documento.
Precisa que a las 10:00 llegó el delegado de Tetelcingo, Artemio Balón y cinco minutos después arribó Gonzalo Sánchez, quien se entrevistó con la directora de Servicios Periciales e indicó que todo se encontraba conforme a Derecho, por lo que procedieron a sepultar los cuerpos y terminaron alrededor de las 17:00 horas.