Monterrey.— El gobierno de Nuevo León y el Congreso del Estado, con la representación de los siete grupos legislativos, acordaron reducir gradualmente la tenencia vehicular hasta eliminarla a partir de 2018. El primer año (2016) habrá una disminución de 40%, en 2017 se descontará otro 30% y para 2018 ya no habrá ningún pago.
Se espera que el pleno del Congreso local apruebe hoy el dictamen.
Manuel González Flores, secretario general de Gobierno, expresó que con esta medida el gobernador Jaime Rodríguez Calderón “cumple su palabra”, pues prometió en campaña que eliminaría el polémico impuesto.
Señaló que la manera de asimilar la disminución de ingresos —unos 800 millones de pesos en 2016— “es apretándose el cinturón y no robando” y reiteró que habrá ajustes, con una estimación de 20% a 25% en el recorte de plazas en la burocracia estatal.
Después de reunirse en privado por más de dos horas, los coordinadores de las siete bancadas y el funcionario se mostraron satisfechos con el resultado, pues durante las primeras horas del día la bancada panista se mostraba dispuesta a eliminar totalmente la tenencia, con el argumento de que así pensaba la mayoría de los ciudadanos en una consulta cibernética promovida por el Congreso. El PRI estaba en la misma posición.
La condicionante que puso el Congreso fue que el impuesto que se recaudará —unos mil 200 millones de pesos en 2016—, no se utilice para gasto corriente ni para el pago de deuda.
Arturo Salinas, coordinador del blanquiazul, señaló que se pondrá en marcha un programa para ciudadanos morosos para tratar de recuperar un rezago de más de 3 mil millones de pesos del citado impuesto y sólo los automovilistas que estén al corriente podrán beneficiarse con el descuento.
Marco Antonio González, coordinador del PRI, dijo que con la negociación se señala que el Poder Legislativo va a trabajar con el Ejecutivo, “no vamos a ser un Congreso que obstaculice, pero tampoco uno sumiso”.