Aquila.— Los policías federales que llegaron este fin de semana a la región de la Sierra-Costa, fueron reagrupados en los municipios de Coahuayana, Coalcomán, Chinicuila y Aquila, tras llegar a un acuerdo con las autoridades municipales y con los comuneros de este último lugar, para reforzar las tareas de seguridad implementadas por la Policía Comunitaria, autodefensas y Fuerza Rural.

La tarde del viernes se encendieron las alarmas, principalmente en las comunidades de Ostula, Xalacayán, Ticla, La Placita e Ixtapilla, ante el arribo del nutrido convoy de las fuerzas federales, donde se advirtió que desarmaría a los comunitarios y se detendría a los líderes policiales indígenas.

José Luis Arteaga Olivares, presidente municipal de Aquila, informó en una asamblea realizada en la barricada y filtro de seguridad implementado sobre la carretera 200 Lázaro Cárdenas-Manzanillo, que tras encarar a las autoridades federales y estatales, accedieron a no concentrarse en un municipio, para evitar confrontaciones.

Ante decenas de pobladores, Arteaga Olivares señaló que luego de la reunión sostenida con mandos de la Procuraduría de Michoacán y de la Policía Federal, le aseguraron que no habría detenciones, por el contrario, reforzarían la seguridad de esa región, sin caer en provocaciones.

“Contra el gobierno nunca vamos a poder ganar, compañeros; yo propongo que se hagan mesas de diálogo para ver cuáles son las peticiones de un lado y las soluciones del otro. Ellos ya accedieron y no podemos enfrentarnos constantemente con el gobierno para generar más violencia, sólo el diálogo lleva a la cordura”, dijo el alcalde.

Armados con piedras y palos, así como respaldados por los elementos de autodefensas y de las Fuerzas Rurales de diferentes municipios de la Costa, los habitantes accedieron a reabrir parcialmente la circulación en esa carretera que comunica a Michoacán con el estado de Colima.

José Luis Arteaga recordó que todo lo que los pobladores hagan podría repercutirle aún más al ex líder de las autodefensas Cemeí Verdía Zepeda, acusado de homicidio y robo calificado por la PGJE.

Por su parte, el actual comandante de la Policía Comunitaria de Santa María Ostula, Germán Ramírez El Toro, y el líder de la Fuerza Rural de Coahuayana, Héctor Zepeda, aceptaron un primer acuerdo; sin embargo, no quitaron el dedo del renglón de que la movilización de policías federales atiende otros intereses más allá de reforzar la seguridad de estos municipios.

Advirtieron que no permitirán ser desarmados ni detenidos porque su lucha seguirá hasta la liberación de Verdía Zepeda y la captura de los responsables de la muerte de Edilberto Reyes García, el pasado 19 de junio.

Durante un recorrido por los municipios de esa región, EL UNIVERSAL constató que los policías federales ya se encontraban diseminados en otros municipios y que habían abandonado el hotel de la playa Las Brisas, donde horas antes aún se encontraban.

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