Los manifestantes que sostenían un bloqueo de la carretera federal que conduce al aeropuerto de La Paz se retiraron, luego de que el Gobierno del estado reiterara su postura en contra de la operación de una mina de oro al sur de esta capital.
Tras un escándalo desatado al conocerse de la aprobación en sesión secreta de parte de una mayoría de regidores del Ayuntamiento de La Paz, sobre el cambio de uso de suelo para que opere la empresa, los manifestantes se trasladaron a este punto y amagaron con tomar incluso puertos y aeropuertos si las autoridades no revocan la autorización.
Durante la jornada de protestas, el alcalde Francisco Monroy aseguró que no fue convocado a la reunión, incluso que habrían falsificado sus firmas en una carta donde supuestamente votaba en contra.
Por la mañana, en medio de una fallida sesión extraordinaria para abordar el tema, previo al cierre de la carretera, una comisión de diputados locales acudió al Cabildo también para ratificar su postura en contra de la determinación de dar el aval para que la mina avance en sus pretensiones de explotar oro en una reserva natural protegida por la Unesco.
Allí, la diputada Maritza Muñoz Vargas, leyó un documento en donde califican como un acto “alevoso” lo que hicieron doce regidores paceños, al aprobar una autorización para un proyecto que es mayoritariamente rechazado por la población, incluyendo especialistas en conservación y en salud. Por ello exigieron que sea revocado.
El Gobierno del estado ofreció a los manifestantes esta tarde que mañana sostengan una reunión y confirmó que el Ayuntamiento no ha solicitado que se publique en el Boletín Oficial ningún acuerdo.
A través de un comunicado, la autoridad estatal afirmó: “lamentamos profundamente que la autoridad municipal de La Paz genere una percepción de opacidad en la toma de decisiones, especialmente en un asunto de interés público”.
El conflicto minero en la entidad comenzó en 2009 desde que la empresa Desarrollos Zapal, filial de Invecture Group destapó su intención de explotar oro en la zona de amortiguamiento en la Reserva de la Biosfera Sierra de la Giganta, localizada al sur de La Paz, y que es considerada el "pulmón" de Baja California Sur, al ser la principal fuente de abastecimiento de agua dulce en este territorio desértico.