Monterrey.— El equipo del gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, y las fracciones del PRI y el PAN estuvieron a punto de cometer una pifia legislativa, al pretender que se aprobara en el pleno una reforma a la Ley Orgánica a la Administración Pública del Estado, propuesta por El Bronco, cuando es competencia del Ejecutivo en funciones.

Manuel González Flores, encargado del área de la Secretaría General de Gobierno en el equipo de transición de El Bronco, presentó una iniciativa de reforma con el propósito de crear la Oficina de Coordinación Ejecutiva, que ocupará Fernando Elizondo Barragán, a partir del 4 de octubre, al iniciar la próxima administración estatal.

El nuevo órgano dependerá directamente del Ejecutivo, quien fijará el salario del titular, según acordaron Elizondo y Rodríguez Calderón en la campaña al constituir la Alianza por la Grandeza de Nuevo León.

Aunque Elizondo al declinar como candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano y sumarse a Rodríguez Calderón, aseguró que la función que realizaría en el gobierno independiente sería sin recibir sueldo, González Flores puntualizó que la ley impide desempeñar cargos públicos en la estructura del gobierno central sin obtener remuneración, y explicó que el salario de Elizondo se fijará entre lo que gana el gobernador y un secretario del gabinete.

Ayer tanto el PAN como el PRI estaban dispuestos a aprobar la reforma, sin embargo, Sergio Arellano, del PT, argumentó que según la Ley Orgánica del estado dicha atribución es exclusiva del gobernador (en funciones), por lo que la iniciativa fue turnada a comisiones para su dictamen y posterior envío al pleno para su aprobación o rechazo.

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