Esta tarde falleció uno de los septillizos que nacieron ayer en el Hospital Materno de Celaya; los otros seis reciben atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) con un diagnóstico de salud reservado.

La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) informó que  a las  13:19 horas murió una niña que peso 450 gramos al nacer. “Sobreviven tres niños y tres niñas”, añadió.

“La niña entró en paro respiratorio  pese a los esfuerzos del equipo multidisciplinario del Hospital Materno de Celaya por salvarle la vida”, precisó.

El estado de salud de los tres niños y tres niñas que sobreviven es delicado debido a lo prematurez con que nacieron, mientras su madre María Del Rosario Hernández Tovar de 30 años, se encuentra en bien, en recuperación por la cirugía cesárea que se realizó la tarde del jueves.

El director del Hospital Materno de Celaya, doctor José Luis Hernández Reguero, explicó que  seis bebés son atendidos con manejo ventilatorio por medio de una máquina que auxilia a sus pulmones a respirar, además se les monitorea el curso del cerebro y respuesta de adaptación al medio ambiente.

“Empieza su lucha por la vida, es una lucha muy complicada, tienen pocas posibilidades de sobrevivir por ser tan chiquitos”, reconoció.

Aseguró que “los niños están en las mejores manos, tienen todo lo que se pueda tener y se les está dando la mejor atención posible”. Dijo que hay que  esperar la respuesta de sus pulmones, cerebro, y  su adaptación al medio ambiente, por lo que podrían permanecer de uno a tres meses hospitalizados.

El doctor señaló que la mamá se encuentra muy bien, internada para su recuperación, y “salió (de la cirugía) bendiciendo a sus hijos, pidiéndoles (a los médicos) que les dijeran a los hijos que los amaba mucho”.

El médico comentó que a un día de cumplir 26 semanas de embarazo a la madre se le adelantó el trabajo de parto, pese a que permaneció hospitalizada medio y medio.

Los niños nacieron muy pequeños, seis de ellos con un peso que fluctúa de entre 550 y 650 gramos y la niña que falleció con un peso de 450 gramos. “El peso mínimo para tener esperanza de vivir son 500 o 550 gramos”, explicó.

El doctor dijo que la madre profesionistas y  originaria de la comunidad Santa Cruz del municipio de Coroneo,  “no llegó  a las 29 semanas de gestación, tiempo que se considera como óptimo para que los neonatos tengan mayores posibilidades de sobrevivir”.

El Secretario de Salud, Francisco Ignacio Ortiz señaló que el equipo multidisciplinario del Hospital Materno brinda atención a los bebés, y no se escatima en esfuerzos para que tomen defensas y muestren una recuperación satisfactoria.

crs

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