La disposición final de las toneladas de sargazo que se recogen en las playas del Caribe Mexicano constituye un problema adicional al que autoridades y empresarios se enfrentan y al cual deben encontrar inmediata solución, debido a los impactos que genera en los ecosistemas costeros y los acuíferos subterráneos, advirtieron investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional (IPN)

Los esfuerzos del sector público y privado para mitigar los impactos del arribo de las macroalgas pardas a las playas de Cancún, Puerto Morelos, Riviera Maya, Tulum y Mahahual, se han centrado en conocer las causas del fenómeno y en retirar el sargazo de las costas.

Sin embargo, expertos en ecosistemas costeros coincidieron en que se debe poner el mismo énfasis en canalizar adecuadamente el sargazo retirado de las playas, pues apilarlo en la orilla de la playa, enterrarlo bajo la arena o depositarlo en canteras abandonadas sin seguir un proceso adecuado, afecta a las tortugas marinas, representa un riesgo para la contaminación del acuífero subterráneo y amenaza la salud del arrecife de coral que corre a lo largo de la zona costera de Quintana Roo.

“Debemos decidir cómo retirar el sargazo, sin afectar al recurso que está en la costa, porque lo que estamos viendo es la afectación de tortugas y no otras cosas; aquí lo que tenemos que hacer es tomarlo y utilizarlo y él nos muestra también que tiene bondades.

“El sargazo es bondadoso; es capaz de bajar el colesterol, de bajar el azúcar, de producir antibióticos de alto espectro; como composta (…). Es una fuente también de ingresos, de uso importante y no vamos a ver nada más dónde lo vamos a poner, sino cómo lo vamos a utilizar. Esto va a seguir llegando, por favor sean objetivos; va a seguirse produciendo”, expresó la investigadora de la división de Ciencias Biológicas del IPN, Catalina Mendoza González.

Mendoza González ha dedicado años al estudio de sargazo, una especie de macroalga parda y acudió a un Simposio sobre Recursos Costeros en Latinoamérica y el Caribe, que concluyó sus jornadas ayer en Cancún.

En entrevista, resaltó que otra de las virtudes del sargazo es que al ser una planta, es fotosintética y genera energía; posee carbohidratos, proteínas, vitaminas y unas segregan una substancia que puede ser usada como antibiótico para atacar algunos hongos, bacterias y virus.

“Podemos extraerle alginatos, que es un producto utilizable de muchísimas maneras. La más conocida es la que usan los dentistas para los moldes que nos colocan en la boca”, explicó.

La amenaza para el sistema arrecifal

Otros especialistas como Brigitta Van Tussenbroek, investigadora del área de Sistemas Arrecifales del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), unidad Puerto Morelos, advirtió que la acumulación masiva del sargazo en la playa, genera lo que llamó una “Brown Tide”.

Esa “Marea Café” es producto de la descomposición de la materia orgánica, lo que dificulta la fotosíntesis; al impedir el paso de los rayos del sol se produce menos oxígeno, aumenta la actividad bacteriana y la producción de nutrientes, de otro tipo de algas y esto incrementa el riesgo de mortandad en los corales o especies marinas.

La muerte de los corales puede traducirse en mayor erosión –dijo- pues la descalcificación del coral es el generador de la blanca arena de las playas del Caribe Mexicano.

Van Tussenbroek asumió que aún existen muchas interrogantes sobre el origen, comportamiento, desplazamiento e impactos del arribo masivo de sargazo, lo que “no nos permite tomar medidas de mitigación aún”.

Resaltó que el fenómeno representa un problema inédito para Quintana Roo y el Caribe, pues pocas veces se puede tener un efecto “tan inmediato y visible”, con un “impacto inmediato e igualmente visible”, en términos ambientales y económicos.

Urgen encontrar utilización a sargazo retirado de las playas

“Si dejamos el sargazo en la orilla, ¿qué va a pasar? Va a haber una turbidez impresionante. Hay otras algas que son muy adaptables a condiciones de poca luz y tienen la capacidad de vivir y reproducirse en esas condiciones; son las que se van a desarrollar impresionantemente y no son tan nobles, producen malos olores, unas son tóxicas.

“Realmente las cosas pueden ser más graves de lo que se ve, si es que no hacemos las cosas correctas. ¿Qué no tendríamos que hacer? Sacarlo y apilarlo donde lo están haciendo. En la orilla, no… eso se va a regresar al mar como materia orgánica y va a entorpecer la luminosidad y va a alterar los nutrientes del lugar muy rápido”, subrayó Catalina Mendoza.

La investigadora del IPN señaló que debe desarrollarse una metodología para retirar el sargazo y usarlo prácticamente de inmediato, aunque sea como composta.

“Pero al ser una planta marina, tiene muchas sales y hay que cuidar no salinizar el suelo”, manifestó, para luego agregar que el retiro del sargazo debe ser de preferencia, manual y, después de retirarlo, debe ser enjuagado, previo a usarlo como abono.

spb

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