A una semana del trágico accidente que dejó saldo de 27 peregrinos fallecidos y varios heridos, miles de fieles asistieron a la misa oficiada por el obispo Sigifredo Noriega Barceló en memoria de las víctimas, y concluyeron con aquella peregrinación que ese día fue interrumpida.
La misa se realizó a las 19:00 horas del miércoles en la calle 5 de Mayo, justo donde los peregrinos fueron arrollados por un camión de volteo doble eje que cargaba 21 toneladas de arena.
En el lugar se colocó una ofrenda floral y decenas de veladoras para pedir por el eterno descanso de los fallecidos.
El acto religioso fue presidido por el obispo de la Diócesis de Zacatecas, acompañado por nueve párrocos más, a la que también asistió el gobernador Miguel Alonso Reyes, el presidente municipal Vicente Pérez, así como familiares de las víctimas y cientos de peregrinos de Saltillo y Monterrey que acudieron portando moños negros en el brazo y otros más portaban globos blancos.
El obispo dijo que la vida es un peregrinar permanente "pero nunca sabemos cuándo y cómo termina", por ello, afirmó que los feligreses caídos de ese fatal accidente ya concluyeron su peregrinar en esta vida para poder ir al encuentro con Dios.
Reiteradamente, monseñor Sigifredo Noriega confortó y envió sus plegarias por las familias dolientes y pidió por la pronta salud de los heridos, además exhortó a los fieles a no cesar la fe, la esperanza y la solidaridad.
Al término de la ceremonia se soltaron globos blancos y se dio inició a la peregrinación que fue truncada por el accidente, encabezada por el obispo y asistentes, quienes caminaron por diversas calles hasta llegar al templo de San Gregorio Magno, en honor a Nuestro Padre Jesús, la cual concluyó cerca de las 22:00 horas.
spb