La Procuraduría General de la República (PGR) abrió una investigación por la comisión de presuntos delitos ambientales en “Malecón Tajamar”, en donde se devastaron grandes extensiones de manglares y se acometió en contra de animales silvestres y réptiles.
La dependencia abrió la averiguación previa 205/ 2015AP/ PGR/ QROO/ CAN/ 2005-2015/ V, a partir de la denuncia que interpuso la ciudadana Sara Rincón Gallardo, en representación de residentes de Cancún, quienes desde hace cuatro días se mantienen en “Malecón Tajamar” para impedir la entrada y operación de maquinaria que siga destruyendo manglares y especies de fauna silvestre.
En la denuncia presentada se indica que han sido violentadas las condicionantes que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) impuso en la autorización que emitió el 28 de julio del 2005 a favor del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), para el desarrollo del proyecto entonces conocido como “Malecón Cancún”, hoy “Malecón Tajamar”.
Entre esas condicionantes se estable que el Fonatur debió ejecutar un Programa de rescate para reubicar a la flora y fauna, que no elaboró, ni aplicó, pues existen testimonios que forman parte de la denuncia, que señalan que la maquinaria que entró a desmontar los manglares, barrió con ardillas, iguanas, cocodrilos y nidos de aves.
“Además del manglar, existen animales vivos y fueron a arrasar con todo. La Semarnat y la Profepa no vigilaron que se cumplieran con las condicionantes. Hay toda una colusión de autoridades que incurrieron en omisiones, cuyo resultado es un ecocidio”, expresó Rincón Gallardo.
También se denunció el uso de químicos que fueron vertidos para acelerar el proceso de desecación del manglar existente en los polígonos próximos a desarrollar.
“Echaron un químico. Tenemos las fotos de botes azules, de un químico, es un polvo que voy a mandar a analizar. Lo echaron a los manglares. ¡Contaminaron los manglares! Eso se va al manto freático, al mar; es un crimen ecológico lo que hicieron. Eso también lo denunciamos hoy”, detalló.
Un tercer punto de la denuncia, corresponde al daño a las 100 diferentes especies de aves migratorias que llegan, provenientes de Canadá, Estados Unidos y Sudamerica, a Malecón Tajamar de septiembre a marzo, de acuerdo con los monitoreos elaborados por una red comunitaria de aves, que agrupa a 20 especialistas de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
“Se dice que donde hay aves, es un lugar sano; las aves son indicativo de salud en los ecosistemas. Ese es un ecosistema muy importante porque es manglar que existe en muy pocas partes del mundo, está la laguna (Nichupté) y está el mar, o sea todo eso converge para que haya muchas especies de aves.
“Hemos visto a muchas aves que están buscando sus nidos o sus polluelos; también están naciendo cocodrilos, hay fotos y videos de cocodrilos pequeños; entonces el área que devastaron nunca más va a volver a crecer”, declaró por separado, Claudia Salazar, integrante de la Red.
Los manglares son un tipo de humedal que sirve de barrera natural contra huracanes, filtra las aguas de contaminantes y está ligado a los arrecifes de coral como barrera ante ciclones.
Está considerado un aliado para regular la temperatura de los océanos y paliar los efectos del cambio climático y participan en el proceso de retención y conservación del agua de las lluvias, permitiendo que se infiltren lentamente y se recarguen los mantos acuíferos.
Durante las cuatro concentraciones pacíficas que han realizado quienes se oponen a que concrete el desmonte de manglares en Malecón Tajamar, hay una constante que mencionan: El miedo a perder una barrera natural en contra de los huracanes, que seguirán afectando a Cancún.
El tema mantiene en un brete a las autoridades, debido a que el marco legal actual, brinda una mayor protección a los manglares, pero los permisos para ese complejo, se expidieron antes.
A partir del 2 de febrero de 2007 entró en vigor el artículo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS), que prohíbe toda obra o actividad que dañe el flujo hidrológico del manglar.
Además, en marzo del 2011 entró también en vigor una modificación a la Norma Oficial Mexicana 059 Semarnat-2010 (NOM 059), que reclasificó la categoría de los manglares, de “especies en protección especial” a “especies amenazadas”.
La primera autorización para el aprovechamiento de la zona manglares de “Malecón Tajamar”, se expidió dos años antes del 60 TER y los propietarios de los terrenos, crearon derechos.
Sin embargo, no se ha esclarecido si las renovaciones de la autorización original, tramitadas por el Fonatur o por alguno de los propietarios y que obtuvieron a partir del 60 TER y la reclasificación de la NOM 059, debieron atender a ese nuevo marco legal y negarse.
En las 69 hectáreas del complejo “Malecón Tajamar” habrá plazas comerciales, condominios, residencias, hoteles y hasta una basílica denominada “Santa María del Mar”, que tendrá una cruz monumental de 112 metros de altura y un aforo de mil 500 feligreses.
Empresas como Bi&Di son propietarias de al menos 10 lotes, luego de que Fonatur perdió ante ellos un juicio por fraude, al haberles vendido –originalmente- cinco predios frente a Plata Delfines –en la zona hotelera- de los cuales dos de ellos tenían usos de suelo que no les correspondían, lo que imposibilitaba el desarrollo de sus torres de 20 pisos.
Responsable del proyecto "Malecón Tajamar" no exhibió permisos para talar selva y manglares: Profepa
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó hoy, que luego de la visita de inspección realizada a dos, de cuatro predios en “Malecón Tajamar”, en donde se han devastado manglares y fauna silvestre, los propietarios no presentaron la autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales.
La dependencia federal indicó que los dueños tampoco acreditaron el cumplimiento del Programa de Rescate de flora y fauna protegida por la Norma Oficial Mexicana 059, ni del Programa de Prevención y Mitigación de Impactos.
La Procuraduría no precisó si la responsabilidad de exhibir autorizaciones, permisos y cumplimiento de condicionantes, recae en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que obtuvo la autorización de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el 28 de julio del 2005 o en los particulares que posterior a ello, le compraron los terrenos al Fondo.
Derivado de una denuncia hecha por ciudadanas de Cancún, por la remoción de selva y manglares, ecosistemas sujetos a protección de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LEGEEPA), la Procuraduría Ambiental efectuó visitas de inspección los días 29 y 30 de julio pasado, a dos de cuatro predios, localizados en la Supermanzana 6 de “Malecón Tajamar”, proyecto situado “en terrenos forestales”.
El carácter de las visitas fue en materia de impacto ambiental –para corroborar la existencia de permisos y el cumplimiento de condicionantes- en los lotes 2 y 3, de la Manzana 8; y en materia forestal –para determinar si existen autorizaciones para el cambio de uso de suelo en terrenos forestales- en los lotes 1 y 2, de la Manzana 11, todos ubicados en la Supermanzana 6.
“Durante la visita de inspección a cargo de funcionarios de la Subprocuraduría de Recursos Naturales e inspectores de la delegación de la Profepa en Quintana Roo, el responsable del proyecto denominado ‘Malecón Cancún’ no exhibió las autorizaciones correspondientes de ley”, se indicó en un comunicado de prensa.
Tampoco se mostraron el Estudio Técnico Justificativo (ETJ), autorizado para poder aplicar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, ni los programas de rescate de vegetación y fauna silvestre, protegidos por la NOM 059.
“Para cuantificar el daño ambiental, se levantaron sitios de muestreo que aportaron datos técnicos sobre la afectación de especies forestales, volúmenes de madera extraídos, superficies afectadas en los ecosistemas de selva baja caducifolia y de manglar, así como los impactos ambientales ocasionados.
“Estas acciones, a criterio de la autoridad federal, darán los elementos suficientes para la imposición de las Medidas de Seguridad correspondientes”, se informó.
Las investigaciones y visitas de campo, hechas por la Profepa, continuarán a partir de mañana y hasta el siete de agosto, a fin de completar la inspección en el resto de lotes impactados por el cambio de uso de suelo y, en su caso, imponer medidas correctivas de urgente aplicación, tendientes a la restauración de ecosistemas.
La dependencia ambiental recordó que la selva baja y el manglar son “de suma importancia ecológica” debido a que constituyen una barrera natural para la protección de suelos, agua, flora y fauna contra fenómenos meteorológicos como son los huracanes que cada temporada afectan la Península de Yucatán.
Además constituyen zonas de anidación de aves y refugio de fauna como los cocodrilos e iguanas que son especies en riesgo, sin omitir los servicios ambientales que prestan por la permanencia de los ciclos hidrológicos.