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Monterrey.— A las 14:10 horas de ayer, cuando la presidenta del Congreso, María Dolores Leal, diputada del Partido Nueva Alianza, pidió accionar el tablero electrónico para el registro de asistencia, sólo seis legisladores estaban presentes en el recinto, con lo cual no se pudo iniciar el periodo extraordinario de sesiones y el PRI no contaba con los 22 votos necesarios para aprobar las cuentas públicas del gobernador Rodrigo Medina.
El lunes, en sesión de la diputación Permanente, se convocó a periodo extraordinario y, de manera sorpresiva, se incluyó en el orden del día la discusión y posible aprobación de los reportes financieros de 2013 de Medina de la Cruz, entre otras cuentas.
El martes, el coordinador legislativo del PAN, Alfredo Rodríguez Dávila, anunció que su bancada no asistiría para no ser comparsa y cómplice del PRI en “limpiar la casa” al gobernador, y en el mismo sentido se pronunciaron los dos diputados del PRD. Pero se daba casi por hecho que el tricolor alcanzaría la mayoría simple para sacar adelante los temas de su interés.
Esto, porque además de los 16 diputados del tricolor, existía el apoyo seguro de tres legisladores de Nueva Alianza, tentativamente de uno del PT, así como de los ex panistas Jesús Cedillo y Luis David Ortiz, que desde marzo de 2014 forman la fracción independiente que muchas veces votó de acuerdo con el PRI; además de Enrique Barrios, que hace meses renunció al blanquiazul, por no alcanzar la candidatura a la alcaldía de Monterrey, cargo que buscó bajo las siglas del Partido Humanista.
Además, se consideraba que también se habían alineado con el PRI los panistas Carolina Garza y Francisco Treviño, sobre los que pende amenaza de expulsión, por su “desliz”, al propiciar la inclusión del tema que presuntamente más interesaba sacar adelante al saliente gobierno estatal.
Sin embargo, el bloque liderado por el PRI se hizo añicos, por la presión de la ciudadanía en redes sociales, y la presencia de 300 manifestantes frente al Congreso, para repudiar la intentona de aprobar los reportes financieros de Medina, con gritos de “traidores” y “cárcel a Medina”.
La puntilla para que se abortara el periodo extraordinario, la dio Manuel González Flores, el principal operador político del gobernador electo, Jaime Rodríguez Calderón —quien se considera, será su secretario general de Gobierno—, que llegó al Congreso minutos después del mediodía, y logró ingresar con dificultades al Congreso.
González dialogó en primera instancia con los diputados electos del PAN, encabezados por Arturo Salinas, coordinador de la próxima bancada blanquiazul, y después tuvo comunicación con otros diputados para convencerlos de romper el quórum.
Minutos antes de las dos de la tarde, Manuel González anunció ante los medios que se había logrado impedir el periodo extraordinario sin haber de por medio monedas de cambio.
Alrededor de las dos de la tarde, el coordinador del PRI, Gustavo Caballero, reconoció que los presentes resultaban insuficientes para abrir la sesión extraordinaria, o aprobar cualquier dictamen, y culpó al PAN de proceder con fines políticos para golpear al gobierno estatal.