Monterrey.— La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) atraviesa por un inédito proceso en la sucesión de rector, con siete candidatos registrados ante la Junta de Gobierno, entre ellos, por primera vez, una mujer. Tradicionalmente, el ocupante de Rectoría llega con visto bueno del gobernador en turno, o del entrante, como esta vez.
Entre los siete aspirantes hay tres que, según círculos políticos, serían bien vistos por el gobernador electo, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco: Ramón Guajardo Quiroga, Mario Alberto Garza Castillo y Rogelio Garza Rivera.
Guajardo Quiroga, ex director de la Facultad de Agronomía, fue maestro de Rodríguez Calderón y durante el pasado proceso electoral, apoyó a El Bronco, además, la convocatoria para la cobertura de su registro ante la Junta de Gobierno fue realizada por gente allegada a Rodríguez Calderón, de quien Guajardo dijo ser amigo.
En tanto, el presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE), Mario Alberto Garza Castillo, que solicitó ante el organismo local una licencia sin goce de sueldo hasta el 19 de agosto para esperar el resultado de la auscultación el día 20, y que dará a conocer la Junta de Gobierno.
La pretensión de Garza Castillo de ser rector de la UANL, cuando apenas en septiembre de 2014 fue electo para presidir la CEE para un periodo de siete años, desató duros cuestionamientos en su contra, pues estaría incurriendo en la práctica de los políticos “chapulines”.
Diversos columnistas han señalado que Garza Castillo, pretendería “cobrar favores” a El Bronco, porque en el proceso electoral fue consecuente con el aspirante independiente al limitarse a contar y no cotejar con las credenciales de elector.
El tercero de los siete aspirantes que recibiría el visto bueno es el actual secretario general de la UANL, Rogelio Garza, El Ranchero, quien supuestamente tiene las mayores posibilidades de ser ungido.
Garza Rivera fue director de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), y contaría con el respaldo de los grupos de Medicina, y Biología, pero además es cercano al ex secretario estatal de Educación, José Antonio González, que durante la campaña electoral fue operador de El Bronco en la comunidad universitaria.