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Ante legisladores, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, aseguró que la situación financiera de la entidad es grave al punto de “o nos declaramos en quiebra o adelantamos la toma de posesión” del nuevo gobernador Héctor Astudillo.
Al reunirse con la segunda comisión de la Permanente, dijo que uno de los problemas que ha enfrentado su administración en la implementación de la reforma educativa es el boquete financiero por el pago de 19 mil plazas estatales que no tiene techo presupuestal.
El mandatario aseguró que en las pasadas administraciones esas plazas se pagan reteniendo el pago de ISSSTE, Foviste, que cada año conciliaba con Hacienda que condonaba, esos pagos.
Por lo que acudió con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para que les adelantara sus participaciones federales del primer trimestre del año.
“Me dijo no te preocupes yo le regreso enero febrero y marzo de sus anticipaciones y no les cobró intereses, es la fecha que no nos regresan las anticipaciones y si nos están cobrando los intereses”.
Ortega dijo que Guerrero ya salió de la crisis más difícil, la toma de los ayuntamientos, la quema de edificios, las movilizaciones.
“Si ya hay gobernador electo, yo para que sigo lidiando con este toro, adelantemos la toma de posición y a él (Astudillo) que le regresen las anticipaciones que hacen falta, porque vamos a entrar a una crisis financiera muy profunda y fue el tema educativo el que provocó este boquete en las finanzas de Guerrero”.
El senador Armando Ríos Piter (PRD), presidente de la Segunda Comisión, explicó que Guerrero tiene un boquete fiscal de alrededor de más de 2 mil millones de pesos que colapsa las finanzas estatales.
“Este es un tema que en Guerreo es ejemplar, pero el problema no es único, lo viven otras entidades, después de 1992 se fue dejando esta negociación dual que una parte se negociaba a la federación, venia el rebote y las entidades tenía que resolver el conflicto asignando plazas y aguinaldos”.
tpc