Jaime Rodríguez, procurador general de justicia de Michoacán, señaló que no se puede determinar el calibre de la bala que asesinó a un niño en Ostula, en el municipio de Aquila, el domingo pasado.

Señaló que el cuerpo presentó dos heridas, "que pertenecen a una herida de entrada en el ángulo interno del ojo derecho sin salida, esto es atípico porque el proyectil entra deformado, es decir la bala pega en otro lado y rebota hacia el niño. Se encontró un fragmento muy pequeño de este proyectil, por lo cual no puede determinarse el calibre del arma".

SIN AUTORIZACIÓN

El funcionario de Michoacán agregó que hay sólo una bala completa, la cual se incrustó en el trasero de un joven de 17 años, quien no ha dado la autorización para que le retiren la esquirla. El joven puede vivir sin problema con la bala, pues no pone en riesgo su vida, sin embargo el procurador de Michoacán señaló que mediante las radiografías podría saberse el calibre.

Rodríguez reiteró que la investigación se abrió el 19 de julio, la cual calificó "sin lugar a dudas" como "un homicidio". "Alguien evidentemente accionó un arma de fuego, y como resultado de la acción de esta arma de fuego, es obvio que muere este chiquito", dijo.

AFUERA DE RESTAURANTE

El día de los hechos, explicó, el niño fallecido se encontraba afuera de un restaurante, ubicado a más de cien metros de donde ocurrió el supuesto enfrentamiento.  Aunque el procurador de Michoacán aseguró que no fue directa la bala que provocó la muerte del menor.

"Pero eso no quiere decir que haya un responsable de quien haya accionado esta arma, de eso se trata, de saber quién accionó el arma, se trata de saber qué tipo de arma era y se trata de saber en qué condiciones, en qué lugar exacto, dónde estaba el niño, dónde estaban los militares para poder determinar si hay una responsabilidad o corresponsabilidad en cuanto a que pudiéramos determinar quién le priva de la vida a este chiquitín con motivos de las lesiones que sufre".

cg

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