La muerte de un joven, presuntamente por la golpiza que le propinaron policías municipales, generó una rebelión en Tamiahua, al norte de Veracruz, donde los habitantes quemaron parte de la presidencia municipal, oficinas del DIF, vehículos oficiales y atacaron las viviendas del alcalde y el secretario local.
Durante la noche del lunes y mañana del martes, se vivió una jornada de violencia que obligó a elementos de la Secretaría de Marina a rescatar al munícipe y a que el gobierno del estado tomara el control de la seguridad.
El 8 de junio, Jalid García fue detenido por agentes municipales y presuntamente, durante el interrogatorio, golpeado de tal forma que requirió hospitalización; por la gravedad de las heridas, el joven murió el lunes pasado.
En protesta, familiares y amigos del joven se plantaron frente al Palacio Municipal, pero más de 500 habitantes iniciaron disturbios con la quema de dos vehículos oficiales y parte de la presidencia municipal. Luego atacaron la vivienda del alcalde Martín Tomás Cristóbal y del secretario del ayuntamiento; los pobladores cerraron los accesos a la cabecera municipal.
Elementos de las fuerzas federales rescataron a las autoridades municipales y restablecieron el orden.
El gobierno del estado calificó la jornada como “hechos vandálicos” y aseguró que los familiares de la víctima están siendo atendidos por funcionarios de la Subsegob, de la Fiscalía e instancias de Seguridad Pública.
La Fiscalía General del Estado consignó los hechos, y se encuentra a la espera de que sea otorgada la orden de aprehensión en contra de policías que presuntamente participaron en la detención y posterior muerte del joven.
El titular de la dependencia, Luis Ángel Bravo, dijo que “no se puede exigir justicia quebrantando las leyes, pero estamos actuando y se ejercerá la ley contra quien resulte responsable”.