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La agresión a ocho estudiantes universitarios el 5 de junio en Xalapa, Veracruz, es una consecuencia de “la criminalización de los jóvenes y los activistas en ese estado”, sostuvieron ayer sobrevivientes del episodio, académicos, activistas y defensores de derechos humanos.
El ataque, perpetrado con bates, palos, machetes y armas largas por un grupo de personas vestidas de civil, encapuchadas y con chalecos estilo policial, se dio en un contexto de agresiones en el estado contra periodistas, líderes sociales y población estudiantil que se recrudeció desde 2011, explicó Julián Ramírez, de la Asociación Defensora de los Derechos Humanos Decide. El activista sostuvo que las golpizas, detenciones arbitrarias y siembra de evidencia son comunes en la actuación de las autoridades contra quienes se manifiestan.
“En Xalapa hay un estado de sitio en la práctica”, agregó Giovanna Mazzotti, activista de Decide. Los estudiantes agredidos resaltaron que en la capital de Veracruz hay un fuerte proceso de organización de los universitarios que, por ejemplo, logró detener el incremento a las tarifas del transporte público.
Ignacio Córdoba, uno de los sobrevivientes, señaló que la mayoría de ellos realizan activismo ambiental y social a través de las artes. Ramírez y Mazzotti insistieron en que el ataque parece diseñado para causar el mayor daño posible sin matar, pero sí para producir terror y desmovilizar a la sociedad. Josué Bello, otro de los sobrevivientes, denunció que grupos paramilitares “le hacen el trabajo sucio al Estado”.
Córdoba reveló que sólo uno de los atacantes iba con el rostro descubierto; aunque no pudieron ver más detalles, identificaron que tenía un corte de pelo “estilo militar”, explicó.
Condenó la actuación de los elementos de la policía municipal que acudieron al llamado de auxilio, pues se limitaron a tomar fotografías y, después de hablar con personas vestidas de civil que llegaron al lugar de la agresión en un auto sin placas, se retiraron, dejando a los estudiantes gravemente heridos.
Córdoba señaló, a nombre de los agredidos, que exigen el esclarecimiento de los hechos y la verdad de lo ocurrido, el castigo a los perpetradores y garantías de que un hecho como éste no se repita.
Declaró que quieren que se aclare la posible participación de agentes del Estado. Mazzoti agregó que es necesario que la UV apoye a sus alumnos agredidos.