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Tras una contienda que se definió con sólo 503 votos, que camina rumbo a los tribunales y en la que el abstencionismo rozó el 50%, llegando así a los niveles más altos de los últimos años, José Ignacio Peralta Sánchez, gobernador electo de Colima emanado del PRI, lee —a pesar de su triunfo— un mensaje político de hartazgo social del que no se salva su partido: “Quien no interprete de manera correcta los mensajes políticos que nos está dando la sociedad de manera muy elocuente en las urnas, pues está condenado a perecer; hay un reclamo y hay que acatarlo”.
A horas de haber recibido la constancia de mayoría por parte del Instituto Electoral del Estado (IEE), la agenda del gobernador electo está llena, pero entre una reunión y otra, Peralta se da tiempo para hablar con su equipo y consultarlo sobre el destino de “Triunfo”, un perro xoloitzcuinte que le regalaron, pero que no podrá atender con su nuevo encargo.
Cuatro meses y medio son pocos para preparar lo que se requiere antes de rendir protesta el 1 de noviembre y ante la dificultad que implica hablar de cambios cuando se representa al partido que ha gobernado más de 80 años el estado, Peralta planea que su impronta en la administración se caracterice por tres cosas: cercanía con la gente, un compromiso a rajatabla con la transparencia y la rendición de cuentas, y resultados concretos.
En esta democracia se gana con un voto. ¿Al ser una elección tan cerrada y en la que hubo abstencionismo, no es necesario hacer una lectura profunda de lo que pasó?
—Definitivamente hay mensajes políticos claramente expresados en las urnas y me atrevería a decir que hay un reclamo de la sociedad que quiere volver a creer en la política, en políticos honestos, transparentes, que den resultados y buenas cuentas; ya no quiere ver las mismas caras, quiere una clase política más fresca que logre conceptualizar una forma distinta de hacer política, y esto nos tiene que llevar a una profunda reflexión.
Aunque ganó, los número del PRI no fueron buenos, sólo pudo ganar con los sufragios de la coalición. ¿Eso ameritaría una revisión de lo que pasa en el partido?
—Por supuesto que sí, yo veo un partido con una militancia vigorosa pero con estructuras verticales que han mermado su capacidad política; no diría que está hecho pedazos, pero sí hay muchos temas que hay que recomponer. A mí me tocará gobernar Colima, pero como militante contribuiré en lo que pueda para la reconstrucción de mi partido; la militancia del PRI se merece una dirigencia más articulada que recupere lo que siempre ha sido el PRI, una maquinaria muy eficiente entre los políticos.
Tras recibir la constancia de mayoría llamó a la conciliación de los colimenses. ¿Qué parte le toca a usted en eso?
—Yo seré gobernador de todos los colimenses y gobernaré sin distingo; agradezco al PRI y a la militancia su apoyo, pero al gobernar lo haré para todos. La unidad es algo que requiere el estado para poder construir esta agenda que nos permita encarrilar a Colima en una nueva ruta de crecimiento; las herida abiertas en la elección deben cicatrizar.
¿Con la judicialización de la elección en puerta y a cuatro meses del cambio de gobierno, qué trabajo político debe hacer para sanar esas heridas?
—Se tienen que desahogar todos los procedimientos judiciales necesarios para defender nuestro triunfo electoral, Acción Nacional y su candidato están en su derecho de impugnar, pero siempre apegados a lo que la ley marca, y esa tarea se llevará a cabo en las siguientes semanas; pero de forma paralela, en estos cuatro meses y medio haremos una segunda campaña para agradecer a la población.
Quiero demostrar que seré un gobernador cercano a la gente, será mi primer mensaje político; pero también armaremos el equipo de transición para hacer un análisis del estado que guarda la administración y garantizar una continuidad de los asuntos públicos; debemos acercarnos con las diferentes fuerzas políticas y definir una agenda común por Colima.
El actual gobernador es de su mismo partido. ¿Al revisar el estado que guarda la administración, no habrá concesiones si se encuentran irregularidades?
—Mi carrera política, la circunstancia en la que yo llego a la candidatura y la forma en que hicimos campaña me hacen llegar a la gubernatura sin compromisos de ninguna naturaleza, y eso me permitirá tomar decisiones para favorecer el bienestar general; por supuesto que si se detectan irregularidades en la administración pública, se atenderán por los causes legales.
Pero con esto tampoco quiero transmitir un mensaje de que llego con la consigna de buscar hasta encontrar algo en contra de alguien.