A 16 días después de la irrupción de grupos de civiles armados que se asumen como policías comunitarios, el gobernador sustituto de Guerrero, Rogelio Ortega, se reunió con los familiares de las personas desaparecidas.
En el encuentro que se efectuó en el Seminario de San José también acudieron el fiscal General del Estado, Miguel Ángel Godínez Muñoz; el encargado de despacho de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete, y el alcalde de Chilapa, Francisco García González.
Los inconformes, quienes aseguran que a 10 de los desaparecidos se los llevaron los civiles armados, dieron un plazo de 48 horas a las autoridades para que les den respuestas del paradero de sus seres queridos.
En la reunión, Liz Abundiz Sánchez, hermana de Gilberto, un joven de 30 años de edad que era artista gráfico, reveló que su familia está casi segura de que uno de los tres cuerpos encontrados el miércoles pasado frente al panteón de la comunidad de Nejapa, corresponde a su hermano.
La hermana de Gilberto asegura que lo identificaron gracias a una fotografía que apareció en un periódico, donde se observa el tatuaje que Gil tenía en la espalda. Ante esta situación, informó que pidió al fiscal que les entreguen los exámenes de ADN a la brevedad, para poder sepultarlo.
Enfrente de otros familiares de desaparecidos, Liz, a cuyo hermano dejó de ver desde el pasado 30 de marzo, solicitó a los presentes que se investigue al alcalde priísta García González, de quien dijo, ya había varios comentarios de que pertenece a un grupo de la delincuencia organizada y reclamó que en su periodo los hechos de violencia incrementaron en Chilapa.
Otros familiares, cuyos parientes se esfumaron del 9 al 14 de mayo, cuando estuvieron presentes los civiles armados de 16 comunidades del sur de Chilapa, donde opera el grupo de Los Ardillos, que mantiene una pugna con el grupo de la cabecera "Los Rojos", solicitaron al gobierno que se investigue a los comisarios de las comunidades que arribaron al municipio.
Por su parte, el alcalde Francisco García justificó que la delincuencia organizada azota a todo el país, y sobre sus nexos dijo que se pone a disposición de las autoridades para que lo investiguen.
Asimismo, los inconformes también solicitaron que se detenga a los comisarios que encabezaron el movimiento de civiles armados, "porque alguien tiene que responder por sus seres queridos", dijeron.
Hasta que se den a conocer los resultados de ADN, la familia de Gilberto podrá sepultarlo, y tener certezas al 100% de que el cuerpo en estado de descomposición encontrado en Nejapa, sí se trata del de él, como presumen sus familiares.
Gilberto Abundiz Sánchez tenía 30 años y era artista gráfico. Llegó de Morelia, Michoacán, donde vivía desde hace cinco años a ver a su familia en Chilapa, el 18 de marzo. A sus 30 años, "se quería comer el mundo". Soñaba con proyectos en el lugar donde nació: exaltar la cultura. No pensaba quedarse por acá, él sólo opinaba que estaba "difícil". Vino de paso, sólo pisaba su hogar una vez al año.
Tras la reunión que duró poco más de tres horas, el gobernador Rogelio Ortega se comprometió con los familiares a dar resultados, en las investigaciones.
tpc