Hermosillo.—Convertida en la arena para ver quién se saca más ‘trapos al sol’, la elección de Sonora es aquella de las acusaciones de enriquecimiento ilícito, de tráfico de influencias, de desvío de recursos, de favores y de denuncias penales sin respuesta aún.

Pero todo ello está concentrado en unicamente dos de los seis candidatos a gobernador de la entidad. Es un encono político concentrado en un bipartidismo, sello que ha caracterizado a la Sonora electora, afirman expertos.

“Es una elección bipartidista, a pesar de que es más amplia la gama de candidatos y partidos. Son élites económicas, de puestos públicos, carreras políticas; todas están entrelazadas, y unos tienen sus intereses en la canasta de uno u otro”, consideró Nicolás Pineda, catedrático del Colegio de Sonora.

A decir de analistas políticos en Sonora, esos dos grupos políticos que se juegan su futuro con la elección del 7 de junio próximo en la entidad, se puede identificar con dos nombres: Guillermo Padrés, actual gobernador del Estado de origen panista, y Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados.

“Se ha dicho que hay una agenda nacional en las elecciones locales, en que el PAN, con Padrés y el PRI, con Beltrones, se juegan su destino, y según quién gane, ellos tendrán de dónde agarrarse”, subrayó Nicolás Pineda.

Por su parte, Odracir Espinoza, titular de Espinosa y Asociados, consideró que en el caso del gobernador Padrés, está en juego su continuidad como político en la esfera nacional, su proyecto de gobierno y sus negocios.

“Manlio se juega su futuro, y ahí colocó a su hija para la Cámara de Diputados. Sylvana Beltrones está pegada hoy a Claudia Pavlovich y se habla de que los operadores políticos de Manlio trabajan para que sea Claudia quien quede y así dar continuidad al trabajo de la hija de Manlio”, expuso.

El 26 de enero pasado, en la cuenta de Twitter de Guillermo Padrés se exhibió una fotografía en la que apareció el mandatario estatal al lado de Beltrones. Ese mismo día, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, sorprendió al anunciar que su candidata para disputar la gubernatura sonorense sería Claudia Pavlovich y no Ernesto Gándara Camou, quien encabezó las preferencias en las encuestas.

“Había un candidato en el PRI: Ernesto Gándara, es el que iba en caballo de hacienda , con simpatía, pero todos sabemos cómo los partidos políticos al fin y al cabo no se mueven por simpatías o por lo que la gente quiere, sino por ciertos círculos de poder”, dijo.

La analista política Judith Franco expuso que el problema de Ernesto Gándara es que no pertenece al grupo de Manlio Fabio Beltrones y tampoco del ex gobernador Eduardo Bours.

En el caso del candidato del PAN, Javier Gándara, es considerado como la imposición de Guillermo Padrés.

Nicolás Pineda comentó que Javier Gándara pertenece al grupo de más reciente creación en el PAN sonorense, que es el de Padrés.

“Son los nuevos empresarios que han creado intereses con esta apuesta de gobierno y de dirigencia política, que trabajaron muy duro e hicieron negocios con este gobierno, y tienen que cuidar su espalda”.

Javier Gándara y Guillermo Padrés, mencionó Odracir Espinoza, son de los nuevos panistas, no tradicionales. Ambos se ponen la camiseta azul luego de no obtener candidaturas en el PRI.

Sin embargo, manifestó Franco, debido a que la agenda electoral está cargada hacia el tema de corrupción, Gándara ha tratado de desmarcarse del gobernador pero no lo deja claro.

Triunfo anticipado

De acuerdo con Nicolás Pineda, antes de 2014 el PRI ya estaba inmerso en el proceso electoral y se dedicó a pregonar que arrasaría en los comicios. Hubo varias campañas optimistas, en donde los priístas hicieron conteo de los días que faltan para que Guillermo Padrés se vaya.

“Hubo hasta pegostes en los automóviles de ‘que bueno que se van’ y casi daban por hecho que era cuestión de que ya llegara la elección. Sin embargo, creo que todo se complicó con la elección interna del PRI en donde salieron a relucir sus genes autoritarios”, dijo.

Pero el PAN hizo lo mismo, agregó, dejó la tradición de asambleas y elecciones internas competidas y ordenó las cosas de manera que quedara el candidato del gobernador.

Raúl Mejía, delegado del CEN del PRI en Sonora, dijo que uno de los principales problemas para la campaña de Claudia Pavlovich, es que el gobierno del estado es quien pone trabas.

“Nosotros hemos exhortado constantemente al gobierno del PAN a que abandone esa guerra sucia, porque reflejan mucho la desesperación que tienen por nuestro partido”, aseguró.

Santiago Creel, miembro del CEN del PAN y quien recién estuvo en Sonora, advirtió que para su partido esa elección es máxima prioridad y no van a permitir que se las arrebaten.

Elección de Tribunal. Para los analistas políticos lo cierto es que la elección bien puede terminar en el tribunal electoral, como ocurrió con los dos últimos procesos.

El problema, destacó Odracir, es que el proceso está enturbiado y el camino está listo para impugnaciones.

Pero en medio de todo ello, dijo, está la poca credibilidad que tienen los ciudadanos en las instituciones, con lo cual no será novedad que el nivel de abstencionismo sea alto.

Nada está resuelto aún en Sonora. Cada uno de los dos candidatos punteros se han enfrascado, además, en una lucha de cifras que divulgan a partir de la encuestadora a su favor.

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