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erika.monroy@eluniversal.com.mx
Actualmente la audiencia tiene la capacidad de reaccionar de manera inmediata a lo que sucede en la pantalla. Por esta razón, los reality shows consiguen llamar la atención, aun cuando sean transmisiones ya grabadas.
Para ejemplo, La voz kids y MasterChef Junior, programas que ya habían sido grabados con anterioridad antes de su salida al aire.
De esta forma, las protestas de las audiencias por la salida de alguno de sus favoritos no podía tener más eco en el programa y la queja se quedaba en los 140 caracteres de Twitter o en los estados de Facebook.
Alejandro Esquivel, productor de MasterChef Junior, explicó que aunque hubiera sido un programa en directo, las protestas o las quejas no podrían haber tenido injerencia en el contenido.
“Formatos como éste te obligan a seguir reglas estrictas respecto a la competencia y los competidores, así que al final no habría muchos cambios”, explicó Esquivel.
Sin embargo, reconoció que mientras grababan el programa trataba de inferir la manera en la que la audiencia podría reaccionar ante los eventos, pero no más.
Además, en esta temporada los niños tuvieron la oportunidad de viajar a Londres para ser parte de un reto internacional. El viaje requirió de una mayor organización, sin embargo, tanto los jueces como los chefs invitados se sorprendieron por el desempeño de los pequeños.
“La diferencia entre los adultos y los niños es que ellos escuchan más y es más fácil entenderlos”.
Durante la emisión, aseguró que la producción se encargó de hacer lo más cómodo para los niños a pesar de las horas de grabación.
“Los niños siempre están cuidados, hay atención médica, un psicólogo para que los ayude a manejar mejor sus emociones y tutores escolares para que no se vayan atrasando”.
Esta noche la final se peleará entre Rebekah y Diego de Querétaro y Emiliano de Guadalajara.
