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Semana a semana se le puede ver en La voz kids emocionarse, sufrir y hasta conmoverse con la actuación de cada uno de los niños que suben al escenario. Pero Olivia Peralta va más allá en su tarea de conductora: es la imagen cálida y amable para los pequeños participantes que viven la tensión de la competencia.
“Proyectos que tocan el alma no suele haber, estoy orgullosa y agradecida que pude participar en uno”.
La voz kids es el primer proyecto de Olivia en televisión abierta, un reto que decidió tomar después de 14 años de trabajar en un canal de paga y que aseguró, no podía dejar pasar. “Amo los riesgos, entre más novedoso me gusta más, lo ya probado y visto no me causa tanta emoción como lo nuevo; y los niños jalan, siempre tienen este éxito casi asegurado”.
La aventura está a punto de terminar. Mañana se realiza la final y Olivia dirá adiós no sólo a los niños, también a Yuri, su compañera en la conducción, y a los coaches, Maluma, Rosario y Emmanuel y Mijares.
“Me sentí feliz, me quedo con un gran sabor de boca. Son niños, emociones, algo propositivo, familiar, hicimos un match perfecto y fue espectacular acompañar a los niños en la realización de sus sueños”.
Olivia explicó que su tarea de estar con los concursantes antes de subir al escenario hizo que en cada edición ella se contagiara de su energía y emoción, además de que logró crear un lazo fraterno con ellos conforme pasaban las semanas. “Me contaban lo que habían vivido, cómo les fue con los coaches, lo que habían aprendido, la verdad es que estuvo padrísimo”.
Esa empatía de la conductora hacia los concursantes se hizo extensiva a los papás, porque ella se sintió muy identificada con el esfuerzo que hacían para que sus hijos estuvieran arriba del escenario y la emoción que externaban al verlos cantar.
Mamá de acción. Olivia conoce perfectamente a sus hijas Gia (9 años) y Luciana (7 años), por lo que puede asegurar que al menos una de ellas podría estar en un escenario en un futuro. “A la chiquitita sí le veo que ahí le mueve más, la grande no, ella quiere ser científica, es más de libros y leer, pero Luciana sí tiene curiosidad”.
Incluso confesó que Luciana muere por Maluma, a quien tuvo la oportunidad de conocer durante las grabaciones del programa, un regalo más que le dio La voz kids: “Fue un proyecto que salpicó a mis hijas de una manera muy bonita”.
Para Olivia la maternidad fue la pieza que vino a engranar perfectamente con todos los aspectos de su vida, incluida la profesional, por lo cual ha intentado involucrarlas en lo que hace. “Lo digo con humildad, me ven para arriba, veo cómo me admiran y juegan a ser yo. Qué bonito que les guste lo que soy y que se sienten orgullosas”. Es por eso que asume un gran compromiso de darles un buen ejemplo, ya sea como mamá, empresaria o comunicadora, pero sobre todo, como persona.
“Porque quiero que sean plenas y la plenitud viene al descubrir qué te mueve como individuo, más allá del qué dirán o el estereotipo, y eso es lo que les quiero enseñar”.