La lucha contra la piratería tuvo ayer otro capítulo trascendente cuando Netflix se negó negociar con un hacker que tenía en su poder 10 de los 13 episodios de la nueva temporada de su programa estelar Orange is the New Black.
El material habría sido obtenido durante el ataque cibernético a los estudios Larson en 2016.
El hacker (o colectivo de hackers, no se tiene claro) amenazó a Netflix pidiéndole una cantidad de dinero no revelada a cambio de no publicar los episodios robados.
La plataforma de streaming se negó a la extorsión de modo que los hackers publicaron un mensaje en que defendían lo que llamaban su derecho a la libertad cibernética.
“No tenía que haber sido de este modo, Netflix. Vas a perder mucho más dinero de lo que nuestra modesta oferta te pedía. Estamos avergonzados de respirar el mismo aire que tú.
“Pensábamos que un negociante pragmático como tú podía ver y entender los beneficios de cooperar con una entidad razonable y piadosa como lo somos nosotros”.
Ayer por la mañana, 10 de los episodios de la temporada cinco de la serie (que se ostenta como la original más vista en Netflix) se pusieron en línea durante un corto lapso.
Horas más tarde, la plataforma emitió un comunicado en el que explicaba: “Estamos realmente preocupados por esta situación. Y alarmados. Un proveedor que es utilizado por varias de las más grandes compañías de televisión tiene su sistema de seguridad en entredicho. Las autoridades correspondientes están ya involucradas”.
El estreno de la nueva temporada de Orange is the New Black está planeada para el 6 de junio y está compuesta por 13 episodios.
Los hackers, en su declaración señalaron que sólo tenían 10 episodios porque hasta el día en que se inflitraron en el sistema de archivos de Larson, todavía no se habían instalado los tres episodios finales.