Este fin de semana sucedió el último encuentro entre el programa televisivo Saturday Night Live (SNL) y Donald Trump, actual presidente de los Estados Unidos.

En el último capítulo de estas disputas, Alec Baldwin encarna a Trump y habla por teléfono con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, sobre quién pagará el muro.

Esta no es la primera ocasión en que se realiza una parodia del presidente, quien tampoco se ha quedado callado y ha manifestado su desaprobación hacia el programa.

En diciembre de 2016, el mandatario calificó el programa de aburrido y la interpretación de Baldwin como mala. En esa ocasión, Trump insinuó que SNL no duraría mucho.

El problema más grave sucedió a fines de enero, cuando la guionista Kate Rich se burló de Barron, hijo de diez años de Donald Trump, a través de Twitter.

Aunque ofreció disculpas, Rich fue suspendida de manera indefinida.

En el programa televisivo actores y actrices han manifestado su desaprobación hacia el mandatario.

Kristen Stewart, protagonista de la saga cinematográfica Crepúsculo, fue elegida para conducir una edición del show. "Estoy muy nerviosa por conducir el programa porque sé que el presidente nos puede estar mirando y no creo que yo le guste mucho", dijo al inicio del programa.

Después agregó: "Donald, si no te gustaba entonces, menos no te voy a gustar ahora porque estoy conduciendo 'SNL' y soy tan gay".

Otro de los actores que también presentó en un sketch en el programa fue Bryan Cranston, quien encarnó su papel como "Walter White", personaje principal de Breaking Bad.

En esa ocasión, se presumía que White sería nombrado jefe de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, durante el gobierno de Donald Trump.

Durante las campañas presidenciales Trump también fue motivo de parodia. Saturday Night Live parodió al entonces candidato republicano durante los debates presidenciales.

nrv

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