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El alza del dólar frente al peso y el cambio político que vivirá Estados Unidos no sólo han afectado diversas áreas de la economía de nuestro país, también al Juguetón 2017, que ha visto una merma en la donación de las grandes marcas de juguetes, pero aun así Jorge Garralda sigue adelante con esta labor que inició hace 22 años.

“Ha sido un año bastante difícil, la situación de los EU ha golpeado también al Juguetón, porque muchos de nuestros donadores manejan exportación, así que con lo del dólar nos han bajado donativos, pero la magia de este proyecto es tremenda porque nos han aparecido nuevos donadores y con un gran entusiasmo acá estamos”, explicó el titular del programa de Azteca A quien corresponda.

En esta colecta la meta es lograr los 16 millones juguetes, número que si se supera ya es ganancia para el comunicador. “Tenemos que reconocer este golpe, porque si antes me daban cinco, hoy son dos y medio, pero también vienen familias a dejar juguetes y eso son vientos buenos. Alguien me dijo: ‘es una buena obra y las buenas obras siempre tiene magia’; el público es maravilloso y se siente recompensado cuando el día 6 de enero salimos a entregar, y a lo largo de la semanas les vamos dicendo dónde se entregaron”.

Garralda comenta que cada año llegan a su programa peticiones de toda la República, para que incluyan en el Juguetón a municipios, pueblos, organizaciones y hasta iglesias de diversos credos.

“Y siempre les respondemos lo mismo, no tenemos el jueguete ahora, pero si llega, cuente con él, porque no puedo presumir lo que no existe y si da miedo no poder cumplir”.

Otra problemática a enfrentar es la transportación, por eso se ha decidido que cada filial de Azteca tanto dentro como fuera de México, se haga cargo de repartir lo que se recaude en su región, por eso la cifra de 16 millones de juguetes “está bien” porque es lo que puede mover por todo el país.

“Sabemos que con esta cantidad podemos ayudar a mucha gente, pero si la gente hace que lleguemos a 17 a ver qué hago, la cuestión ya no es superar la cifra, sino que sabemos que ya están 16 millones de niños esperando”.

El otro Rey Mago. “Cuenta la leyenda que hay un rey mago que perdió la brújula, y alguna vez un compañero de la prensa dijo que yo era ese rey. Es una gran responsabilidad serlo, porque es una tradición de amor a los niños, de fantasía e ilusión permitir que la imaginación los vuelva felices, es una responsabilidad tremenda”, expresa Garralda con una sonrisa.

Lo mejor de esta tarea que inició hace más de dos décadas, señala, junto con el papel de uno de los reyes tan esperados por los niños la noche del 5 de enero, es compartirla con mucha gente de la empresa donde trabaja, comenzando por su director general, Benjamín Salinas, pasando por los empleados de todas las áreas y las televisores locales de Azteca, además de los empresarios, las escuelas y las familias que se organizan para llevar la mayor cantidad de juguetes al Juguetón.

“La pobreza llegó a muchos lugares a hacer desaparecer la tradición y tenemos una gran responsabilidad, porque gracias al público que ha seguido esta campaña, en muchas partes de la República han renacido los Reyes Magos”.

Una de las recompensas que reconoce haber recibido por esto, según sus palabras, es ver a niños que fueron beneficiados por el Juguetón hace 20 años llegar a donar con su familia, aunque también llegan otros a seguir recibiendo juguetes ahora para sus hijos, es decir, la situación no ha cambiado para ellos.

El conductor comparte que hay un municipio en el Estado de México donde las mamás han convertido la entrega del Juguetón, desde hace 22 años, en una gran fiesta; incluso hay un puesto de honor para un niño o niña que se encargará de pararse en una esquina del poblado que tiene toda la vista a la carretera, y cuando vea los caminones deberá gritar “¡Ya llegó el Juguetón!

“Se está formando una tradición, llevamos 22 años haciéndolo, el término Reyes Magos volvió al vocabulario y ha costado dos décadas para que los niños vuelvan a hablar de ellos”.

Por ello, Jorge Garralda y su equipo se encargarán una vez más de convertir las instalaciones de Azteca en una gran villa navideña, para que la gente que vaya a donar disfrute esto como recompensa, así que el retiro de esta labor social aún no está en los planes del comunicador.

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