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Así como Mauricio Martínez celebra los matrimonios entre personas del mismo sexo a nivel federal, la actriz y cantante Alejandra Ley también lo hace, aunque muy a su manera.
Llena de desenfado y bromista como siempre, Ley dice que apoya y está de acuerdo con que estas uniones existan, aunque lanza al aire una pregunta: “¿No será tiempo de replantearnos los modelos de matrimonios actuales?”
Alejandra, como ciudadadana de la Ciudad de México, pudo casarse hace unos años con su pareja de entonces Marlene, de quien se separó hace casi dos años y con quien además registró a su hija Fernanda.
“En su momento era algo que nos debíamos como familia y como en esa época empezó a ser legal, pues antes el trámite no existía, no dudamos en hacerlo por el bien de las tres. Ahora ya no estamos juntas, pero ella sigue siendo legal y sentimentalmente la mamá de Fer”, dijo Ley.
Quizá esta experiencia es la que la actriz diga que los modelos de matrimonios deben cambiar, pues afirma que, para muestra, el alto índice de divorcios que existen en México y el mundo.
“Lo que debería cambiar es lo que conocemos como matrimonio porque al final no funciona, mucho más de la mitad de los hogares mexicanos son homoparentales o uniparentales, aunque no se vean en los números. Hay niños que no viven ni siquiera con sus padres, entonces deberíamos pugnar por los derechos de esos niños”, dijo.
Eso no impide que esté a favor de que las parejas (sean homosexuales, biseaxuales o heterosexuales) que lo desean puedan hacerlo, al final, explica, se trata de un derecho que todo ser humano debería de tener pues aseguró, tiene que ver con el derecho a gozar de los beneficios que a toda persona le puede dar el vivir en pareja y que actualmente sólo aplica en la capital.
“Creo que todos deberíamos tener la opción de hacer lo que se nos antoje siempre y cuando esté dentro de nuestros derechos. ¿Por qué no podemos acceder a un derecho simplemente porque tenemos una preferencia sexual diferente?”, expresó.
Ley está consciente que existen voces a favor y en contra, pero es a estos últimos a quienes dice que antes de juzgar, deben preocuparse por temas que atañen a la sociedad como la adopción (homosexual o heterosexual) y la de niños en situación de calle.
“Se supone que lo que más les preocupa (a los opositores) son los niños, pero volteen a la calle y vean que está lleno de niños sin hogar y sin nadie que los ame. Ser niño en México es difícil. ¿Por qué no permitirle a los niños que alguien que los va a amar los cuide? No estoy hablando de que sean homosexuales o no, la adopción en México es un viacrucis”, añadió.