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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
“No le gustas por guapa, le gustas por zorra”, dice una chica a otra, en un momento de la serie.
En otro, un joven que físicamente no es el típico galán de telenovela, conquista a una mujer despampante y en alguno más, una profesora acepta besar a su alumno, aparente menor de edad.
Ignacio Ortiz, productor de El manual, serie en comedia que lleva dos temporadas y puede ser vista por Blim, descarta que la misma vea a la mujer como objeto, tema nacional que en las últimas semanas ha cobrado fuerza en redes sociales, por casos como tocamientos en Metro o fotografías bajo faldas.
“Es un programa ciento por ciento de entrenimiento, cuya primera temporada es de hombres y, la segunda, de mujeres.
“Es ver cómo ligar a una mujer inicialmente y al final te das cuenta que ellas son las que deciden, las mujeres quedan como reinas porque así es en la vida real!, señala el ejecutivo vía telefónica.
Ortiz es director de Promoción Artística de Televisa y quien decidió para el elenco dar oportunidad a jóvenesegresados del CEA, así como a escritores noveles.
Los cineastas Juan Carlos de Llaca (Por la libre), Luis Vélez (Corazón de melón) y Luis Eduardo Reyes (Amor letra por letra) dirigieron las dos temporadas.
“Es programa escrito por chavos, para chavos, con contenidos, lenguaje, distinto al de una telenovela”, destaca Ortiz.
La patada inicial a El manual fue dada simbólicamente hace unos tres años, cuando ejecutivos de Televisa le dijeron que habría boom de plataformas digitales y habría que sumarse.
Cada episodio, independiente uno del otro, dura tres días en grabarse, con dos de preparación con el objetivo de que el elenco no use apuntador en locaciones.
“Se hace a dos cámaras para darle movilidad”, expresa.
Tercera llamada. Ahora ya se encuentra en escritura una tercera temporada, que arrancaría en agosto y estar disponible a fin de año.
“Vamos a juntar a los dos géneros (hombres y mujeres), ya hay parejas, los chavos viven en casa y no importa el sexo, sino cómo quieren ser vistos ante los demás”, revela Ortiz.
Entre los personajes están quienes físicamente no responden a los cánones tradicionales de galanura, estando con sobrepeso o sin estar con cuerpo atlético.
“Lo mejor es que los vean y digan si con eso no se rompen cosas ya vistas, creo que una serie da muchas ventajas como usar un lenguaje coloquial, no vulgar, y una naracción diferente”, concluye.