A lo largo de 27 años de carrera, Ludwika Paleta fue encasillada a interpretar el mismo estatus social de personaje, pero hoy se aferra a lo diferente y sobresale en televisión como una presidiaria en la serie “La querida del Centauro”.
Su personaje “Yolanda Acosta”, es una mujer de clase baja que fue arrestada y condenada a 20 años de prisión por ayudar a su pareja, “El Perro”, en un intento de secuestro.
El aspecto que Ludwika Paleta luce en esta producción de Teleset Colombia y Sony Pictures para Telemundo, es desaliñado. Se oscureció su rubia cabellera, no usa gota de maquillaje ni pestañas postizas.
“En televisión siempre me dieron personajes de la bonita o la rica, quizá porque como actriz y celebridad, me adjudican muchas cosas que a veces no son ciertas. Dicen que viajo con choferes, seguridad y que mi casa está llena de servidumbre, pero no es así”, comentó.
“Aunque tengo un estilo de vida privilegiado, yo no viajo con nada de eso, y lo que tengo, es porque lo he trabajado toda mi vida y me lo he ganado. Sin embargo, no se trata de hacer papeles lo más parecido a mí, se trata de actuar, de salir de mi zona de confort y retarme”, añadió.
Cuando le ofrecieron interpretar a “Yolanda Acosta”, Ludwika aceptó de inmediato porque deseaba experimentar otros rangos de actriz, le urgía arriesgarse y con un personaje de alta dificultad.
“Al elegir los proyectos, a veces le he atinado, pero otras veces no. Aunque tampoco lo veo como un fracaso, más bien, es un aprendizaje. He realizado muchas cosas y al evaluarlas digo: ‘esto no me gustó, no fue la mejor decisión o no fue lo que esperaba que fuera”. Pero de no haberlo aceptado, ¿cómo podría aprender?”.
A Ludwika le gusta sentirse viva, y su trabajo en la empresa Televisa, que la vio nacer como actriz en 1989, ya no le representaba mayor motivación luego de que en 2012 hizo una interpretación especial en “Abismo de pasión”.
“Las telenovelas me cansaron, pero más que eso, siento que cumplí un ciclo. Es como cuando subes un escalón y no quieres volver a bajar o pisar el que ya escalaste. Se trata de ir consiguiendo cosas cada vez más grandes e interesantes. Lo que hice atrás, ya no lo quiero volver a hacer”, sostuvo.
La protagonista de melodramas como “Los exitosos Pérez” (2010) y “Duelo de pasiones” (2006), entre otros, consideró que en Televisa estaban muy acostumbrados a ella.
“Y de pronto, llegas a un lugar nuevo y te tratan muy bien, te agradecen tanto, te dan tu lugar y dices: ¡ay, mira!. Es como cuando no valoras a la persona que siempre está fiel a tu lado, hasta que se va. Ahora, todo es padre, todo es fantástico”.
Para desarrollar a su personaje en “La querida del Centauro”, una historia escrita por Lina Uribe y Darío Venegas, Paleta debió entrenarse porque varias de sus escenas requieren de agilidad física, aunque también tomó clases para el manejo de armas.
“Yo no sabía agarrar una pistola, nunca había tenido una en mis manos. No sabía cómo descargarla, cómo abrirla, cargarla y dispararla. Cada que apretaba el gatillo fue espantoso y cerraba los ojos, pero esto no podía ser porque ‘Yolanda' es una mujer que tiene familiaridad con las armas, así que después logré hacerlo con naturalidad”.
Recrear la vida de su personaje tras la rejas, en un penal de máxima seguridad donde lo mismo hay hombres que mujeres, la hizo sensibilizarse con respecto a lo quienes cumplen una condena siendo inocentes o no.
“Mi personaje es como el de muchas mujeres que afuera dejaron una vida, unos hijos. Normalmente vemos sus casos como el de alguien que hizo algo malo y por eso está ahí, por eso debe pagar, pero nunca analizamos qué pudo haber ocurrido detrás de todo esto.
“A ‘Yolanda' la acusaron por un delito menor y como se ha querido escapar varias veces de un régimen tan corrupto, de un encierro injusto y apabullante, le aumentan su condena de 5 a 10, 15 o hasta 20 años de cárcel. Siento que este papel conecta con muchas mujeres y me gusta que me vean así, pero no más como la rica”, insistió.
La gente, dice, “se sorprende cuando me ve sin maquillaje y vestida con un uniforme espantoso, pero al final soy una herramienta, soy un vehículo de todas esas mujeres que en mí están representadas”, destacó.
Más que una historia acerca del narcotráfico, “La querida del Centauro”, asegura, es un triángulo de amor entre un capo de la mafia, una presidiaria y un policía.
“Las historias violentas no es lo que más me gusta contar, por eso quiero enfocarme al amor entre los personajes y que va más allá del narcotráfico. Sé que estas temáticas están de moda, pero tampoco es algo nuevo, ya las habíamos visto en películas de Brian de Palma o Martin Scorsese, en títulos como ‘Scarface' o ‘Casino'”.
Al reflexionar acerca del momento de su vida en el que se encuentra, Ludwika Paleta platica que a sus 37 años se le han abierto muchas puertas y cree que como actriz ha ganado un lugar de respeto.
“Todo ha sido con base en el trabajo, constancia y disciplina. Creo que hoy me encuentro en el lugar donde siempre quise estar porque ya me buscan para hacer personajes interesantes, aunque también sigo buscando las oportunidades y por eso he trabajado con gente como Demian Bichir, por ejemplo”.
Ludwika Paleta informó que en abril estrenará la obra “Graves heridas (de juego)” del dramaturgo estadunidense, Rajiv Joseph. Será al lado de Osvaldo Benavides. La dirección correrá a cargo de Diego del Río y ellos la producirán en asociación con Pedro Ortiz de Pinedo.
“Es un libreto complejo y los personajes no son fáciles de hacer porque son muy oscuros y se encuentran durante los próximos 30 años de su vida”, adelantó la actriz, quien en mayo también será vista a través del filme “Rumbos paralelos”, con Iliana Fox.
rqm