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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Tan pronto terminaron de comer, Jessica Sánchez, sus hijas y mamá salieron de su hogar en el municipio de Teoloyucan y por casi tres horas estuvieron a bordo de transporte público.
Su meta era el CRIT Tlalnepantla y verificar si lo que veían por años en televisión era cierto.
“No confiaba porque lo que dicen los medios es sólo publicidad”, dice rápidamente cuando se le pregunta sobre su asistencia.
“Ya vimos que hay aparatos, terapias, que son reales y muy caros y, a los niños, les cuesta poco”, agrega con una sonrisa y caminando hacia el banco que estaba cerca, para depositar algo.
Ella fue una de las más de 30 mil personas que por más de 12 horas visitaron el Centro Teletón en el estado de México y quienes por media hora recorrieron las instalaciones, guiadas por médicos del lugar.
Jéssica, ama de casa, lo primero que vio fueron los consultorios de urología, tomografía, rayos x y ortopedia, todas con las puertas abiertas, aunque sin acceso a ellos, de los cuales recibió una explicación de lo que ocurre en su interior.
“Desde que entraban a la primera parte del pasillo, preguntaban cuántos pacientes recibimos, inquietudes del costo y qué pasa si son gente que viene de afuera (los estados)”, recuerda Marivi Cervera Gaviria, adscrita al área médica de genética humana del Centro.
Los mismos médicos que de lunes a viernes dan un promedio de 12 consultas, eran los responsables de guiar a los visitantes.
La especialista lleva 14 años en el CRIT: “¡Soy de las veteranas!”, exclama alegre.