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El negocio de las subastas se ha redefinido con el concepto televisivo de Quién da más, donde la rapidez, al momento de pujar por un contenedor que no se sabe a ciencia cierta qué contiene, provoca una avalancha de emociones para el espectador.

Luego de siete exitosas temporadas vuelve por A&E la serie, donde abrir y vender bodegas abandonadas se convierte en una aventura de lo más emocionante.

El singular matrimonio que forman Dan y Laura revela lo que ha atravesado desde la aparición del programa, lo que viene en un futuro y cómo ha impactado a su familia estar al aire durante tanto tiempo.

“El show ha evolucionado mucho en los últimos años y no sólo en EU, sino en el mundo. Siempre habrá alguien que quiera comprar algo y hacer dinero. Creo que ayuda en la economía. Ahora que la gente sabe lo que le puede pasar a sus cosas, pagan las cuentas y, si me paro frente a ti, seguramente es porque querré comprar tu almacén”, afirma Dan con una sonrisa.

Aunque la dinámica del show es sencilla, se parte de abrir un contenedor sin ver con detenimiento lo que tiene dentro y se apuesta por comprarlo y revender lo que en él haya, muchas veces resulta difícil no sentirse mal.

“Es triste algunas veces lo que hacemos. Siempre tratamos de regresar cosas personales de lo que llegamos a encontrar, como fotografías y cosas que nunca van a recuperar y que honestamente no le sirven de nada a las personas”, explica Dan.

Laura afirma que tienen el respaldo de las personas con las que trabajan.

“Nuestros compradores han sido de lo mejor y siempre nos apoyan con ello”.

Reconocen que aunque el negocio y los compradores pueden ser divertidos, uno nunca sabe cuánto dinero podrá recuperar o qué tipo de cosas encontrarán.

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