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jesus.diaz@clabsa.com.mx
Los Ángeles.— Estudiar para un examen, resistir jornadas largas de trabajo, recordar claramente lo que hemos aprendido… para algunos la vida es más fácil con el apoyo de las llamadas “drogas inteligentes”.
Al menos eso muestra la película Sin Límites, que protagonizó Bradley Cooper en 2011: un hombre más bien mediocre que se topa por casualidad con un nuevo fármaco, el NZT-48, cuya reacción le provoca una lucidez impresionante. Sin advertir, los daños colaterales en su estado físico y entorno.
La película desató un debate sobre el uso de este tipo de drogas, muy frecuente entre estudiantes y profesionistas. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, difundido por la BBC, 17% de los alumnos de nivel superior en Estados Unidos admite haber consumido el estimulante ritalín (metifenidato), siendo común en quienes se ejercen carreras tecnológicas y relacionadas con áreas médicas.
Este fue un punto delicado cuando se planeó hacer una adaptación televisiva del filme de 2011, pues ante la necesidad de estar al nivel de las circunstancias, la serie podría fungir para algunos como una apología de estos fármacos denominados “nootrópicos”.
Jake McDorman, protagonista del spin-off, que se estrena hoy a las 21:10 horas por el canal de paga Space, espera que no sea así.
“El productor Marc (Webb) y yo tuvimos muchas discusiones acerca de esto mientras rodábamos el piloto. Hay una gran cantidad de escenas en las que, en realidad, mi personaje está sufriendo por la abstinencia. Queríamos enmarcar la intensidad de una adicción en esos niveles desde el inicio”, dice el actor a EL UNIVERSAL, en conferencia de prensa con medios internacionales.
Él interpreta a un Brian, un joven que, al igual que el personaje de Cooper, se encuentra con la droga, pero a diferencia de éste, halla rápido el antídoto para evitar los efectos secundarios, algo que el personaje central del filme sólo consigue hasta el final de la historia. Aunque no padecerá los efectos secundarios, el actor enfatiza que nunca dejaran de lado las consecuencias de recurrir a un apoyo sintético para tener lucidez.
“Habrá cosas interesantes de este personaje que veremos con el paso del tiempo. Sí, es inmune a los efectos secundarios, pero no al descontrol que este fármaco tendrá sobre su vida, algo que padecen muchos adictos. Obviamente, hay algunas ventajas de ser muy inteligente y tener un buen tiempo y cumplimiento de un deseo, pero podemos ver que él estará muy aislado y sin confiar. Tendrá cero confidentes. Lo más parecido que tiene, yo diría, es Rebecca”, detalla.
Esta mujer será la única persona cercana a Brian; una agente del FBI interpretada por Jennifer Carpenter, quien es conocida por la serie Dexter.
“Obviamente no estaba interesada en que este show invitara a la gente drogarse, pero Rebecca va a tener la oportunidad de contactar al Brian normal. Quizá él tenga un brillo especial cuando está bajo los efectos de esta droga, pero lo que ella realmente aprecia es a la persona que emerge desde la niebla, que en realidad es claridad”, considera la actriz.
Los dos protagonistas coinciden en que lo importante es advertir que, contrario al título de la serie, hay que tener límites. Para Jake incluso el uso de la pastilla en su personaje le impide ser una versión renovada de Sherlock Homes, pues sólo drogado ayudará al FBI a resolver casos delictivos.
“Él sabe que desbloquea todo cuando está bajo el efecto de esta píldora, busca en partes de su cerebro a las que no tendría acceso. No creo que sea un Sherlock Holmes”, reflexiona.
¿Las drogas inteligentes funcionan? Aunque el debate sigue, especialistas, como Lucien Thomson de la Universidad de Texas, ponen en duda la eficacia de los nootrópicos.
"La mejor estrategia para mejorar las funciones cognitivas es una buena salud física. Sabemos que la plasticidad del cerebro mejora con el ejercicio. La gente desafortunadamente es sedentaria”, explicó a la BBC.