erika.monroy@eluniversal.com.mx
La hermana Flor se sigue levantando a las cinco de la mañana para vestirse, ir a rezar y luego llegar a la cocina para afinar los detalles del desayuno que tiene que dar a su comunidad de pasionistas en Puebla. Su vida no ha cambiado mucho, bueno, en realidad sí lo ha hecho.
Con 67 años, la religiosa se ha convertido en la favorita para ganar Master Chef México, un programa de televisión que busca al mejor cocinero del país y que cada domingo, a las 21:00 horas, se convierte en trending topic. “Yo sigo en mi cocina, nada más que ahora me piden fotos y eso me quita el tiempo, no les digo que no a las fotos, pero sí me distraen de mover la cuchara”, dice la hermana Flor, quien fue convencida por uno de los padres de su comunidad para que entrara al concurso.
De un casting de más de 10 mil personas, la hermana Flor logró llegar a los 18 concursantes, gracias a unas “chanclas” (una especie de chayote relleno), una ensalada de arroz y un rollo de carne.
Sin embargo, más allá de perseguir la fama, la intención de participar en el programa es poder utilizar el premio (un millón de pesos) para subsanar las necesidades del convento poblano que tiene una gran deuda con un banco.
Felisa Juana Ruiz Carpia es originaria del estado de México y desde los 16 años se entregó a la vida de Dios; vivió en Panamá, El Congo, Italia y España. Fue en algunas de las misiones a África en donde pudo vivir de cerca el hambre de los otros.
“Nosotros realmente no conocemos el hambre, porque de pronto llegas allá y ya estás rodeado de muchas personas que quieren una de las galletas que traes y que tienes que repartir en pedacitos para que ellos coman”, considera.
Detrás de sus gafas sus ojos azules demuestran que está nerviosa, porque a ella no le gusta realmente dar entrevistas, ni posar ni nada de eso; lo que ella realmente quiere es ayudar a los suyos y seguir llenando los estómagos de las personas que están con ella.
Sin presunciones describe que su manera de cocinar nace de su interior y que sin medidas o especias extravangantes logra platillos sabrosos que han dejado impactados a los jueces del reality de talento.
Recientemente la hermana abrió su cuenta de Twitter, a la que se sumaron más de 13 mil seguidores, y aunque confiesa que ella no sabe mucho de eso, dice que no es tonta y sabe que la gente la está apoyando. Usualmente pide ayuda a los sacerdotes de su comunidad para contestar los mensajes que recibe en las redes sociales y luego hace videos para agradecer las porras que le envían.
“Como nuestra congregación de las pasionistas tiene varias sedes al rededor del mundo sé que me están apoyando desde muchas partes. Todos los sábados me dicen que en mi congregación están haciendo oración por mí, incluso la madre me apoyó y yo voy a seguir hasta que me tope con pared”, asegura.
El año pasado sor Cristina llamó la atención del mundo al presentarse en el programa La Voz Italia, del cual se convirtió en ganadora.
“La chef Betty me dijo que yo tenía un objetivo para seguir adelante y que no me detuviera”, afirma.