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erika.monroy@eluniversal.com.mx
Él cuenta cómo es la vida de soltero vs. la vida en pareja. De lo libre que se siente ahora que tiene la libertad de fumar en su cama, ver Game Of Thrones sin tener que fingir que las escenas de sexo no lo prenden e ir al gimnasio sin remordimientos. Ella cuenta lo que es tener 33 y que las tías solteronas la recluten en su club; y lo que es no tener cuerpazo para conseguir una pizza gratis.
Mientras varios de estos standuperos se suben al escenario para contar su historia, el público ríe, ríe y sigue riendo. Y es que algunos confesarán más tarde que han pasado por esos escenarios y los más cautelosos dirán que “al primo de un amigo, ya le pasó eso”.
Los standuperos están de moda y multiplicándose. Tienen más foros donde actuar y son los protagonistas de un programa que a Comedy Central le ha funcionado bien, tan bien que han producido nueve temporadas.
El stand up en México sigue creciendo y algunos de estos comediantes ya pueden vivir de hacer reír. Lo que es mejor, lo hacen “sin repetir los mismos chistes simples de siempre o sin albures suaves que todos entiendan”.
Cuando menos eso es lo que piensa Eduardo Talavera, un comediante que presume de ser el único que ha estado invitado a las nueve temporadas de Stand Up Comedy Central y no sólo eso, también asegura que ahora ya vive de hacer reír.
“Empecé a hacer esto hace seis años y ahora me dedico a ser un imbécil profesional de tiempo completo y es algo que me encanta hacer”, dice luego de haber hecho reír a unas 100 personas en la grabación del programa.
Más y mejor. Eduardo Talavera ha actuado ante más de mil 800 personas, sin embargo confiesa que lo más difícil es hacer reír a un foro pequeño de unos siete integrantes.
El comediante cuenta que de haber unas 12 personas en el ambiente del stand up en México ahora son más de 200 hombres y mujeres que se suben sin pudor al escenario a exponerse.
“Mientras más se exponen más hacen reír y ese es el encanto de este tipo de comedia que se vuele universal porque hablan de experiencias propias, de vivencias y anécdotas”, dice Federico Cuervo, ejecutivo del canal Comedy Central Latinoamérica.
Los standuperos saben que este estilo de comedia está ganando terreno porque la audiencia ya está cansada de los mismos personajes que aparecen en la televisión pero que no dicen algo nuevo. “La gente no está refriteando chistes, la gente está escribiendo lo propio y es algo que en México no pasaba hace muchos años y cuando lo intentabas hacer los medios grandes te decían que tenías que hacer los mismos chistes de siempre, por eso hay tal sed de ver nuevos comediantes y nuevas propuestas desde las bobas hasta las clavadas”, dice Horacio Almada, quien forma parte de Los 7 machos.
Este grupo está conformado por siete standuperos que se presentan cada sábado en uno de los escenarios del Centro Cultural Helénico. Igual que ellos, hay otras agrupaciones como La culpa no es de Colón. La idea es que a través de éstos colectivos la audiencia tenga un show variado y divertido.
Un boleto para ir a ver alguno de los comediantes cuesta alrededor de 300 pesos y usualmente tienen por escenario algún bar, sobre todo en la colonia Condesa. Según el representante de Comedy Central, los programas de stand up se han convertido en las producciones más exitosas del canal hablando en la cuestión local. Incluso reconoce que la mayoría de la audiencia es femenina.
Los comediantes están aprovechando el impulso que su arte está teniendo. Horacio Almada es abogado en sus ratos libres y se dedica a escribir rutinas, chistes y uno que otro guión para tv.
Roberto Flores también se dedica a esto y divide su tiempo siendo guionista para un programa de Telemundo.
Diego Zanassi también es creativo y hasta aparece en el programa Impractical Jokers de TBS.