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Todos nos vamos a morir y Susana Alexander quería que el público se riera de eso. Para ella, dirigir y actuar en la puesta en escena Instrucciones para una muerte feliz es una catarsis, ya que su hermano murió hace cuatro años y hace dos su cuñada, ambos padres de Sophie Alexander-Katz, su sobrina, con quien comparte créditos.
La noche del viernes estrenó temporada en el teatro Rafael Solana y abrió una sesión de preguntas y respuestas donde, para su sorpresa, uno de los que habló fue su sobrino David, hermano de Sophie y encargado del diseño de iluminación.
“No es un hombre que hable, así que debe haberle llegado en su corazoncito”, dijo.
Y es justo eso lo que esperaba, que hubiera una identificación y una reflexión para que la familia toque ese tema en casa. “Se trata de con el trabajo ayudar, por eso me gustó la obra. Es muy familiar, para todos nosotros fue un proceso muy duro la muerte de mi hermano y cuñada. A Sophie le dije que qué orgullosos estarían su papá y el mío de vernos”.
Instrucciones para una muerte feliz cuenta los últimos meses de vida de Mayra, una madre de dos hijas que sufre de cáncer en los huesos y prepara todo para su funeral, al mismo tiempo que intenta que su esposo (Javier Díaz Dueñas) y sus hijas (Sophie y Mariana Garza) se unan.
“Como nos vamos a morir todos, hay que aceptar la realidad, yo sé que hay el proceso de la negación, pero yo me la brinco y me voy hasta la aceptación. Uno se muere nada más físicamente”, indicó Susana.
Para Mariana Garza, quien interpreta a una de sus hijas, se vale tener miedo a la muerte, así como resistirse a hablar del tema , pero es importante dejarse llevar con un trabajo como el que crearon. “La obra se trata también que las familias se reconcilien”, contó.