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Elisa Salinas está muy contenta de que su hija Roberta Burns tome distancia de la televisión para buscar su propio camino pero dentro del teatro, algo que la directora de Azteca Novelas no había probado hasta ahora que fue parte de la producción de Si tú no vuelves, el musical, de la mano de Gerardo Quiroz y Roberta.
“Ellas han crecido dentro del negocio de la televisión y la comunicación, son niñas que dormían en el sillón afuera de las salas de edición así que le saben al negocio y a ella la veo más inclinada a las artes escénicas” dijo la también productora hace unos días durante el fin de temporada de este musical.
La historia que su hija vio en Australia y que decidió montar en la ciudad de México con Miguel Martínez como protagonista muestra la vida de dos jóvenes que se enamoran pero que provienen de mundos opuestos: ella, una chica que busca hacer teatro y huye de unos padres adinerados y él, un joven humilde que vende sopes.
“Ella sí ha sentido esa identificación (con el musical) como el ¿de dónde vengo, cómo me encuentro yo un camino que no tenga que ver con el pasado, cómo valgo yo sin necesariamente estar ligada a mi familia o a la carrera de mi madre?, para Roberta tiene toda una serie de significados. Yo entiendo muy bien por qué a ella le resuena la obra y es un proyecto por el que decidió apostar”.
El montaje volverá el próximo 19 de enero pero ahora los jueves en el Teatro Milán.
Al ser cuestionada sobre los estereotipos sobre los dos mundos que presenta la obra (cada personaje tiene una manera muy particular de hablar, de moverse ante el mundo), Elisa refirió.
“No es una obra que vaya dirigida a la polémica social de ninguna manera, básicamente es un entretenimiento musical, digamos que esa es la naturaleza de este proyecto, yo lo que te diría es que hay quienes viven historias como esta, hay quienes viven historias de otra manera, hay quienes viven historias entre ricos y pobres entre hombres mujeres, hombres y hombres y al revés. El sentido del amor es universal, ahorita tenemos un proyecto que sí juega con eso”.
En cuanto a la decisión de Roberta, que tiene poco más de veinte años, opinó: "Siento que para ella ha sido el re descubrir una veta distinta a lo que yo, lo que ha sido mi negocio".
nrv