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Tras la buena aceptación que tuvo la primera temporada, la puesta en escena Somos eternos se trasladó a un nuevo foro y llamó a nuevos actores para hacer una reposición, ya que su director afirma, lo importante en la obra teatral es contar la historia de una pareja previo al fin del mundo.
La obra escrita por Miguel Cane se mudó del Foro Shakespeare a la sala B de La Teatrería y ahora es protagonizada por Manuel Balbi y Rocío Verdejo, quienes sustituyen a Irán Castillo y David Medel, quienes estuvieron en la anterior temporada, algo que dice Cane, refresca al montaje.
“Siempre es bueno renovarse, la razón por la que repusimos fue porque nos fue bastante bien la anterior vez y hubo personas que no pudieron verla, así que por eso regresamos, aunque ahora con otro elenco”, dijo el escritor.
Durante los 30 minutos que dura esta obra corta, Manuel Balbi y Rocío Verdejo dan vida a un matrimonio que afrontan el fin del mundo y por ende una separación inevitable.
Para Balbi esta puesta invita al espectador a reflexionar sobre el daño que el ser humano le ha hecho al planeta desde hace unas décadas y cómo esto podría ocasionar un ficticio fin del mundo.
“No estamos presentando en la obra un fin del mundo hollywoodense, es un fin del mundo más interior, más de reconciliación contigo mismo y con la gente que quieres”, detalló Manuel a EL UNIVERSAL.
La obra dirigida por Roberto Cavazos llegará a su fin el próximo 18 de diciembre y es Verdejo quien afirma que la importancia de textos como el que ella protagoniza radica en que mezcla el interés por preservar el medio ambiente, con la importancia de mantener a los seres queridos cerca.
“Es un texto completo, por un lado se trata de querer estar enamorado y que las personas reflexionen de que si en un punto se acabara el mundo o sus vidas al menos puedan irse habiendo sentido el amor hacia otros y hacia el propio planeta”, añadió.
Cane explicó que la obra surgió por la necesidad de contar cómo afrontaría una pareja enamorada el fin de sus días, qué harían y cómo se despedirían.
“Tenía la inquietud de contar cómo el fin del mundo afecta la vida de una pareja que se quiere profundamente, que han sido felices por más de 10 años”, señaló Cane.
